Los desafíos permanentemente lo tienen movilizado a Estudiantes, ya que después de la conquista de la Copa Libertadores no se relajó en absoluto, acaba de quedarse con el clásico platense y ya puso la mira en San Lorenzo, el rival de mañana por el tercer capítulo del Apertura.
"A este partido lo tomaremos con la seriedad del caso, trataremos de hacer el mayor esfuerzo, y obviamente con un gran ánimo luego de la victoria en el clásico que, más allá de los tres puntos, siempre es tan importante por lo que significa", señaló ayer en City Bell el técnico Alejandro Sabella.
El entrenador "albirojo" hizo un encendido elogio de la actuación que tuvieron el último sábado sus jugadores, "a los que estoy muy agradecido porque creo que a lo largo de mi carrera deportiva, de casi 40 años, estos muchachos me dieron los dos trofeos más importantes de toda mi carrera, la Copa Libertadores y la bandera que mostraron en mi apoyo, antes del clásico". En vísperas del choque ante Gimnasia, Sabella sufrió la pérdida de su padre y todo el plantel se solidarizó con su situación, con una bandera le testimoniaron su apoyo.
Sabella puso de relieve que Estudiantes se convirtió en uno de los protagonistas del fútbol argentino "porque cuenta con buenos jugadores y que la llegada de Verón fue la frutilla del postre, por así decirlo, porque adquirió mayor relevancia y preponderancia el equipo, la institución, todos. ".
Volviendo al clásico platense el DT dejó deslizar que "ya terminó y no terminó. Se acabó porque ya se jugó y tuvimos la fortuna de ganarlo, pero continúa también en el ánimo de los jugadores, en el nuestro y en el de la gente. Esas son cosas que perduran en el tiempo más allá que hay que enfrentar otros partidos con la seriedad y el respeto que corresponde".
Sabella, al igual que el sábado, dejó un reconocimiento a Gimnasia: "Es a quien más queremos ganar, pero hay que respetarlo aún más. Son dos equipos que nacieron en La Plata y forman parte de esta ciudad a la que tanto queremos".
