El índice de precios al consumidor (IPC) no se recalculará hacia atrás "para evitar implicancias legales", explicó hoy el director técnico del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), Norberto Itzcovich, quien además acusó a la gestión anterior a enero de 2007 de cometer "inconsistencias" en la medición de la inflación.
Itzcovich brindó una conferencia de prensa para marcar las diferencias entre la medición del IPC que se hacía con la metodología anterior a abril de 2008 y la que se efectúa actualmente, y destacó que ahora el indicador "tiene una alta representatividad" del consumo, ya que "de cada 10 pesos que gastan los consumidores de Capital Federal y Gran Buenos Aires, siete lo gastan en productos o servicios" incluidos en el índice.
En cuanto a la posibilidad de recalcular el índice "hacia atrás", el funcionario explicó que "las recomendaciones internacionales en todo el mundo es que el IPC no se recalcula para atrás". "En todas las demás estadísticas, uno puede incluso detectar errores, en otros casos ir agregando información y ajustarla, pero esta es la única estadística en todo el mundo que no se calcula para atrás, justamente por las implicancias legales que puede tener", indicó el titular del organismo de mediciones oficiales.
En ese sentido, Itzcovich precisó que las implicancias legales están determinadas por los ajustes que se hacen sobre la base de la inflación: "en algunos países se ajustan alquileres por algún rubro del IPC, en otros jubilaciones por algún otro rubro del IPC".
Si bien no lo mencionó, en la Argentina lo que se ajusta por IPC, o mejor dicho por el Coeficiente de Estabilización de Referencia (CER), que es prácticamente lo mismo, son los bonos que el Gobierno propone canjear por estos días por BOCAN 2014.
Por otra parte, Itzcovich cuestionó a los funcionarios que manejaban la medición antes de enero de 2007, fecha en que comenzó la etapa de influencia del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, en el organismo, al señalar que "se detectaron inconsistencias" y poca rigurosidad en los relevamientos, que no se medían productos del mismo tipo y que se tomaban productos o servicios más caros para que el porcentaje de incremento sea mayor.
Al respecto, mencionó que "se reemplazaban locales de baja gama (que debían tenerse en consideración) por otros de alta gama", mientras que no se relevaban carnicerías en barrios como Mataderos, Lugano, La Boca o Tigre.
También señaló que "se sobreestimó la variación de precios de los colegios privados" y que los precios que se pagaban por "el servicio domésticos" se compulsaba entre los propios funcionarios del INDEC, sin casi recurrir a los relevamientos.
"En las variedades (de los productos), se tomaban las más altas e incluso las importadas", afirmó Itzcovich, quien denunció que "nosotros (por la actual gestión) detectamos que personas que ya no trabajaban en el INDEC tenían acceso a la información" y que "se entregaba información confidencial a empresas y consultoras", que no tenían ninguna autorización.
Al ser consultado por los motivos de esas irregularidades, el funcionario mencionó que "evaluamos entre las causas, el tema de los bonos, egos personales de la gente que estaba antes e intereses con información desagregada que parecería que tendrían acceso otras personas".
"Para detectar este tipo de errores, hubo que investigarlos", sostuvo Itzcovich, quien destacó que "todos (los presuntos implicados en esas irregularidades) tienen sumarios o causas judiciales". En cuanto a la medición que se lleva adelante desde abril del año pasado, explicó que se tomaron cinco canastas con 440 variedades de productos, que "son representativas del total de la población" del aglomerado Gran Buenos Aires.
Tras destacar que para elaborar el IPC se relevan "más de 100 mil precios en más de seis mil comercios por mes", lo que, según él, refleja una "alta representatividad" el consumo de los habitantes de Capital Federal y Gran Buenos Aires.
DyN