TOKIO.- Japón, la segunda economía del mundo, comienza una nueva era política: el opositor Partido Democrático de Japón (PDJ) de Yukio Hatoyama venció holgadamente en las legislativas celebradas ayer y desbancó al Partido Democrático Liberal (PDL) del primer ministro Taro Aso, que llevaba 54 años en el poder.
Hatoyama, de 62 años, se convertirá así en el nuevo jefe de gobierno de Japón, en una elección con una participación récord del 70% de los 110 millones de votantes.
"Creo que los resultados electorales reflejan el enfado de los votantes sobre la coalición gobernante", dijo tras conocer los resultados Hatoyama, que probablemente será elegido para encabezar el gobierno en la semana del 14 de septiembre.
Al PDL se lo acusa desde hace años de una mala gestión, del estancamiento económico y de diversos escándalos. El voto de los electores es también el paso definitivo hacia un sistema de dos partidos.
Con el recuento casi finalizado, el partido de Hatoyama tenía mayoría absoluta con al menos 300 de los 480 escaños que integran la poderosa Dieta, el Parlamento.
La abultada derrota ayer del conservador PDL hizo que el primer ministro Taro Aso anunciase horas después del cierre de los colegios electorales su renuncia a la presidencia del partido. Hatoyama pertenece a una dinastía de políticos: su abuelo fue primer ministro, su padre ministro de Relaciones Exteriores y su hermano menor ministro del Interior.
Con el PDJ llega al gobierno de Japón un partido que carece de experiencia en el gobierno. Fundado en 1998, la formación está integrada por antiguos miembros del PDL, socialdemócratas y ex sindicalistas.
Hatoyama prometió acabar con la era de "una política irresponsable de burócratas" del PDL. El PDJ asegura además que ayudará a los más afectados por la crisis: familias con niños, pensionistas, desempleados y agricultores.
En campaña anunció un aumento en la aportación económica por hijo y el fin de las tasas para las escuelas superiores y las autopistas, así como dar un sueldo mínimo a los agricultores o la pensión mínima.
Algunos expertos consideran que apenas se puede financiar todo este costoso programa de gasto, en parte porque Japón es el país más altamente endeudado en sus cuentas públicas de todos los países industrializados.
Desde el punto de vista de la política exterior y de seguridad, algunos politólogos apuntan que se podría dar un cambio de perspectiva, aun cuando en este terreno el PDJ ha sido poco preciso.
Hatoyama quiere que la seguridad del país sea en el futuro menos dependiente de Estados Unidos. Los analistas no descartan que se produzcan tensiones en el futuro con Washington. A su vez, Hatoyama quiere mejorar las relaciones con los vecinos asiáticos.
El PDL, fundado en 1955, condujo a Japón tras la derrota en la Segunda Guerra Mundial hacia el bienestar y la estabilidad.
Tras décadas al frente del gobierno, el PDL aparecía ahora como una formación agotada y sin capacidad para resolver los enormes problemas del país.
Uno de cada tres empleos en Japón es un contrato temporal y el desempleo ha crecido a cifras récord que remiten a la posguerra. (DPA)