ROCA (AR) .- Al menos dos delincuentes aprovecharon la ausencia del dueño de una vivienda para ingresar y llevarse alrededor de 10.000 pesos. El robo fue en el barrio J.J. Gómez de Roca, y pese a que se realizaron ayer por la tarde dos allanamientos, hasta la noche no había novedades sobre los sospechosos.
Cerca de las 7.45 de ayer los malvivientes irrumpieron en la casa ubicada en Mitre al 5.600. Accedieron tras romper un vidrio de la puerta trasera y enseguida se dividieron: uno comenzó a revolver la vivienda y el otro fue directamente hacia el comercio, ubicado en el frente del terreno.
Entre dólares y pesos argentinos y chilenos los delincuentes, que escaparon en una moto, se alzaron con un botín estimado en alrededor de 10.000 pesos.
El propietario del inmueble, un comerciante del barrio, no se encontraba en el lugar. Minutos antes del robo había partido rumbo a Chimpay, para participar de la celebración por Ceferino. Lo que al parecer los ladrones no sabían era que dentro de la casa había quedado la hija del comerciante, de 25 años, con su pequeño hijito.
Fue ella quien se despertó por el estallido del vidrio y se levantó. Ingresando por la ventana divisó al primero de los ladrones, y presa del pánico, la joven se encerró con llave en la habitación. Desde allí llamó a la Policía, susurrando. Cuando ya no escuchó más ruidos salió del cuarto y logró ver a los dos delincuentes escapar en una moto de 110 cc. de cilindrada.
Según informaron desde la Subcomisaría 68 de J.J. Gómez, los ladrones se llevaron 150.000 pesos chilenos, 900 pesos argentinos y alrededor de 1.000 dólares, además de una balanza que encontraron en la despensa "El Novillito".
A partir de los testimonios de la joven y de algunos vecinos, ayer mismo se solicitaron dos allanamientos, pero ambos procedimientos arrojaron resultados negativos.
Según indicaron las fuentes policiales, el sigiloso llamado de la joven se recibió en la unidad policial justo cuando los efectivos estaban realizando otro procedimiento, en el que detuvieron a un hombre por un episodio de violencia familiar. Irónicamente, cuando regresaban a la unidad con el demorado, se cruzaron con los ladrones que huían en la moto, pero sin saber nada de lo que había ocurrido segundos antes en la vivienda asaltada.