Domingo 30 de Agosto de 2009 Edicion impresa pag. 40 > Cultura y Espectaculos
Liliana Herrero: la trama de la voz del folclore
Reciente ganadora del Gardel al mejor álbum femenino, la innovadora cantante habla de su último disco, "Igual a mi corazón", que grabó con grandes músicos.

Por su último disco, "Igual a mi corazón", Liliana Herrero obtuvo el Gardel 2009 Mejor Album Artista Femenina de Folklore, que dedicó a su nieta Rita Peñalves y a Fito Páez. Merecido reconocimiento.

Un trabajo con mucho afecto en su voz en el tratamiento armónico, en la elección de quienes la acompañan -bien se la puede imaginar cantando abrazada con Liliana Vitale y el viedmense Lisandro Aristimuño en "Brillantina de agua"- y en la consideración de las letras ofreciendo otras lecturas posibles y necesarias. "Y si no es así, si no se contrapropone algo que nos haga pensar un poco mejor de lo que pensamos respecto de nosotros mismos, como argentinos, como país, no hay lugar ya. Yo observo con altísima preocupación el extraordinario nivel de odio de la gente que está concretamente en la política. En la oposición al gobierno -que sin duda no es el peor gobierno democrático que hemos tenido- veo una incapacidad para escuchar, para proponer alternativas válidas."

-En el disco dialogás además con los instrumentos, con las poesías y sus sentidos?

-Con los autores, con la memoria. Hay una extensión de la frontera porque canté temas brasileros de autores conocidos como "Cais", de Milton Nascimento y Rolando Bastos, pero "Achado" (Carlos Carega / Chico Mello) es desconocido. Yo ante mayor hostilidad en la vida social y política trato de poner a la música delante, como un camino posible a seguir, digamos. Hago asambleas de músicos, converso con ellos, con los instrumentos, con la memoria musical de Argentina y de Latinoamérica.

-Los textos están tratados por tu permanente relectura, tu mirada personal, diferente a otras.

-Sí no, no haría la canción. Yo elijo el repertorio en función de lo que creo soy capaz de hacer con él. El problema no es elegir un tema, hay miles en nuestra música, sino qué puede hacer uno con eso. Qué nueva voz puede escucharse ahí. Ese es mi desvelo, es lo que me quita el sueño e insisto ahí. Pienso en obras de Atahualpa (Yupanqui), de Ramón Ayala, de Juan Falú o del Cuchi Leguizamón, autores que he grabado mucho, o recopilaciones de Leda Valladares, y no terminan ahí... En las otras miles de su autoría, todavía no encontré qué hacer con ellas. Mi decisión acerca del repertorio gira siempre sobre lo que yo puedo hacer con él; qué me está diciendo hoy día y a esta contemporaneidad tan convulsa. Qué nueva voz puedo hallar, qué puedo encontrar en esas formas, en esas melodías, esos textos, para hablar y dialogar con el mundo actual.

-También trasluce armonía de miradas con las otras voces, con el tecladista, el guitarrista.

-Y es así. Yo intento siempre grabar junto a los músicos y los invitados, como en vivo. Porque eso es irrepetible. Cuando sale todos festejamos y cuando no, se hace de otro modo, se graba después? A fin de mes, con suerte y viento a favor, va a salir en devedé un documental de Tito (Sergio) Stagnaro sobre la grabación de "Igual a mi corazón". Es la primera que consigo algo así. Charlé mucho con Tito que propuso no hacer entrevistas. Mercedes cantó la "Zamba del arribeño" y si al finalizar la toma alguien le preguntaba ¿qué piensa? ¿Qué iba a decir? Si fue a cantar en mi disco, ya está todo dicho. Stagnaro registró la cocina del disco en estudio o el ensayo acá, en casa con Liliana Vitale y Lisandro. Con ese piano y las partituras sobre esta mesa, pasamos la letra, nos divertimos, tomamos mate.

Liliana vive desde hace años en un tranquilo contrafrente que mira al pulmón verde de una manzana de San Telmo. Lugar del encuentro con "Río Negro". "Ese documental verá la luz a fin de agosto y allí se va a ver qué pasaba cada vez que llegaba uno de los invitados. Tito lo llamó "El hilo de una voz". Tal vez usó hilo porque, esta vez, fui a grabar sin tener el título. En el documental estamos todos en el primer día de estudio, destapamos un vino y yo brindo por el disco que aún no tiene nombre. Tenía que encontrarlo viendo qué hilvana todas las canciones, qué hila todo. A Stagnaro le quedó esa idea de hilado, de tejido, de trama que se va creando y tituló así el documental. Me pareció precioso.

-Si has visto trabajar a las tejedoras, hay amor en el contacto con la lana, con la trama?

-Absolutamente. Eso lo cuenta hermosamente bien Tito.

-A tu nieta le tejiste con amor.

-Sí, sí. Fue claro dedicárselo a Rita: tiene catorce meses. Un sentimiento superior. Tengo una amiga que dice: si hubiera sabido lo lindo que es ser abuela, hubiera tenido nietos directamente. Es un sentimiento maravilloso y en mi caso de extrañarla mucho. Ella vive en Rosario. Pero hablo todos los días. Las telefónicas se hacen una panzada conmigo (ríe).

-La sola mención de Rita te sacó del hilado en que estabas.

-Aunque la nieta hila generaciones? Teresa (Parodi) tiene una canción muy hermosa, "La Celedonia Batista", sobre una tejedora. Es bellísimo cómo ella cuenta que teje sus mantas. La hemos cantado juntas en vivo, Mercedes la ha interpretado con nosotras. La recordé por esto de tejer mi compacto. Esas mantas tienen pliegues, texturas, como la canción, no? Por eso es muy lindo hacer un disco donde se cocina qué audio, qué textura va a tener, qué instrumento poner. Como una tejedora elige las hebras, los colores, el ancho de las agujas? La música es un hilado, una gran trama que sostiene una memoria musical del país fundamental. Por eso me enojo tanto cuando dicen que es un aporte a la identidad. La música popular es el proceso de la identidad misma, es una construcción de esa identidad. No es un adornito.

-En la música hay palabras, ideas, formas nuevas de definir el amor, la traición, el dolor....

-Totalmente de acuerdo. Ahí hay otra homologación que podríamos hacer. Tito le llama "El hilo de una voz", yo "Igual a mi corazón" y podría llamarse también el hilo de una lengua para proteger de formas banales, más vulgares que se han recluido en el mundo comunicacional. Yo, a veces, pienso que el gran triunfo del mundo contemporáneo, triunfo triste, es el ámbito comunicacional, llámese como se llame, televisión, radio, celular, Internet. Sin negarle la utilidad que tiene, va triunfando en su pretensión de homogeneizar las cosas. Esos diversos y múltiples planos que tienen los corazones de las personas, la lengua y las memorias singulares de los países se van diluyendo en un mar de nada.

-Una estandarización y una gran?

-Chatura intelectual. Sí. Hay medios que se han transformado en un nuevo partido político. Cosa clara en estos tiempos. Partido con fuertes intereses económicos, basta ver la polémica por la vuelta del fútbol, qué diario en Argentina cotiza en bolsa y demás, para percibir que ya estamos discutiendo otra cosa: poder y poder económico. Entonces la lengua es acomodada a esos intereses de un modo muy directo, vulgar y brutal, también. La música debe ofrecer otra mirada, trabajar otra mirada, con otra memoria.

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