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Nuevos incidentes entre mapuches y policías en Quillén | ||
Hay efectivos heridos. Arrojaron gases lacrimógenos y balas de goma | ||
QUILLÉN (AZ).- La tensión no cede en este paraje donde el impactante marco natural contrasta con la violencia desatada a partir de la decisión de la Justicia de ordenar el desalojo de un campo privado que había sido ocupado por la comunidad Currumil. Integrantes de otras agrupaciones mapuches, que se mantienen en las proximidades del predio, protagonizaron nuevos incidentes que dejaron como saldo varios policías heridos. La refriega se produjo cuando los mapuches intentaron retomar la iniciativa para ingresar al campo y chocaron contra los integrantes del Grupo Especial de la policía que se mantienen en el interior de la estancia. Hubo gases lacrimógenos, balas de goma y una lluvia de piedras de gran tamaño que de milagro no produjeron lesionados de mayor consideración. La puja es por una estancia de 2.500 hectáreas que los Currumil pretenden recuperar ya que aseguran que se trata de un territorio que les pertenece ancestralmente. El propietario del lote, Pedro Miguel Podestá, aseguró que sus intentos por abrir un canal de diálogo con los manifestantes fueron "infructuosos". "Nos reunimos pero es imposible avanzar en cualquier entendimiento cuando ellos sostienen que ese es territorio mapuche y que los asiste el derecho" aseguró Podestá en diálogo con "Río Negro". El empresario constructor reveló que el año pasado adquirió las tierras en litigio a un español pero aclaró que detrás de ese trato "nunca se escondieron negociados" y reveló que la legitimidad del título data de muchos años. En otro tramo, Podestá valoró el "profesionalismo" de la policía neuquina que "soportó la agresión criminal de treinta francotiradores resguardando la seguridad de terceros y de los propios agresores a riesgo de sus vidas". En este sentido afirmó "me siento orgulloso por el accionar de los efectivos que defendieron una orden judicial". También elogió el comportamiento de la oficial de justicia, María de los Ángeles Díaz Muñoz, que tuvo a su cargo el procedimiento de desalojo ordenado por la juez civil de Zapala, Ivonne San Martín. Podestá tuvo que abandonar el predio junto a la oficial de justicia en una camioneta carrozada de la policía en medio de una pedrada infernal. | ||
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