| La escritora chilena Isabel Allende acaba de desembarcar en las librerías con su esperada novela "La isla bajo el mar", que refleja la lucha por la dignidad a partir de la historia de una esclava vendida a los 9 años al dueño de una plantación de azúcar en el Santo Domingo del siglo XVIII.
"En mis cuarenta años, yo, Zarité, he tenido mejor suerte que otras esclavas" asegura la nueva heroína de la autora de "La casa de los espíritus", conciente de que su destino no fue tan trágico comparado con el de otras mulatas como ella, ya que nacida en Saint-Domingue -actual Haití- y vendida a un rico productor de azúcar, nunca sufrió los rigores de las plantaciones.
No sólo eso: a diferencia de muchas mujeres, conoció el amor. "Conozco el gusto de estar con el hombre escogido por mi corazón cuando sus manos grandes me despiertan la piel. He tenido cuatro hijos y un nieto y los que están vivos, son libres", resume la joven en la obra que marca el retorno de Allende a la ficción después de su libro de memorias "La suma de los días".
Vendida a Toulouse Valmorain, un gran productor de azúcar, Zarité se convierte en esclava doméstica y se integra a la vida de su amo y su mujer, un rol que le permite ser testigo de los hábitos, costumbres y miserias de los blancos de la isla, así como de la explotación que sufren los esclavos.
"El ritmo nace en la isla bajo el mar, sacude la tierra, me atraviesa como un relámpago y se va al cielo llevándose mis pesares -dice la joven-. Los tambores vencen al miedo. Los tambores son la herencia de mi madre, la fuerza de Guinea que está en mi sangre. Nadie puede conmigo entonces".
La novela, editada por Plaza y Janés, ofrece un retrato de Saint-Domingue como un paraíso natural convertido en un hervidero de tensiones habitado por los blancos ricos -los dueños de la tierra-; los colonos pobres; los mulatos libres dedicados al contrabando y la prostitución; los maleantes y piratas que usaban la isla como escondite, y la mayoría de esclavos negros.
Durante los 40 años de su vida, la protagonista deja ver al lector lo que representó la explotación de esclavos en el siglo XVIII, las condiciones de vida y las luchas por conseguir la libertad y vivir su propia historia de amor.
Sin embargo, a pesar de llevar una mísera vida en casa del amo y ser forzada a acostarse con él, nunca se sintió sola porque en su camino hacia la libertad se cruzan otras mujeres peculiares como Violette, que se dedica a la prostitución, Tante Rose, la curandera, Celestine o Tante Matilde, la cocinera de la plantación, entre otros.
Las tensiones desembocan en una gran rebelión de esclavos que llevará a Zarité a Nueva Orleans, donde encontrará la libertad: desde allí recordará entonces su historia, desde sus primeros días, cuando el viejo esclavo Honoré la hacía bailar. “Baila, baila, Zarité, porque esclavo que baila es libre... mientras baila, me decía. Yo he bailado siempre".
Allende se encontró con la historia de Zarité durante un viaje a la ciudad norteamericana de Nueva Orleans -mientras escribía su novela "El Zorro" (2005)- y a medida que investigaba sintió la necesidad de plasmar la crueldad que se vivió en esa isla, a donde llegaban 30 mil esclavos anualmente para mantener la demanda.
"Nueva Orleáns recibió a comienzos del mil ochocientos una fuerte inmigración de franceses que escaparon de la revolución de los esclavos en la colonia de Saint Domingue, que hoy es Haití", explicó la escritora en una entrevista concedida hace algunas semanas al periódico El Tiempo.
"La peor forma de esclavitud en la región se dio en Saint Domingue, donde había 34 mil personas libres y medio millón de esclavos. La idea de los plantadores era explotar a los esclavos a muerte, si duraban cuatro o cinco años, se daban por satisfechos, porque era más rentable reemplazarlos por carne fresca traída de África", señaló.
Allende (1942) ha trabajado infatigablemente como periodista y escritora desde los 17 años. Entre sus obras se destacan "Eva Luna", "Cuentos de Eva Luna", "El plan infinito", "De amor y de sombras", "Paula", "Afrodita", "Hija de la fortuna", "Retrato en sepia", "Mi país inventado", "Inés del alma mía" y "La suma de los días", entre otras. Télam | |