VIEDMA (AV).- Dos mujeres deberán ir a prisión por resultar responsables del delito de "facilitación de la prostitución de una menor de 18 años" en un whiskería de Zatti al 756 de Viedma.

Se trata de Vanesa Llanqueleo, quien poseía de parte del propietario la cesión del local para la explotación del negocio que además administraba, y de Graciela Mendoza, encargada de cobrar, pagar y llevar el control de la noche.

Ambas fueron condenas a cuatro años y medio y a cuatro de prisión, respectivamente, sentencias que deberán cumplir en forma efectiva cuando el fallo quede firme. Las dos mujeres se encuentran ahora en libertad.

El fiscal de Cámara Juan Ramón Peralta había pedido una condena de cinco años y de cuatro años y seis meses para cada una de ellas, mientras que la defensa sostuvo que las imputadas habían sido engañadas por la joven en cuanto a su edad.

El Tribunal de la sala B de la Cámara del Crimen de Viedma integrado por Pablo Estrabou, Francisco Cerdera y Jorge Bustamante interpretó que en el juicio se probó que la joven era menor de edad cuando se le permitió trabajar en la whiskería, donde se le facilitó el ejercicio de la prostitución.

Al igual que el resto de las chicas del local se corroboró que realizaba "copas" y mantenía relaciones sexuales con los eventuales clientes del lugar.

En el fallo se destacó que el ejercicio de la prostitución o la facilitación para ello, más allá de la actividad particular que con cada cliente realizaba la menor en el "pase", también quedó acreditada que en el local se entregaban profilácticos, se proveían las sábanas, había un control de copas y pases y el porcentaje que se distribuía entre las chicas.

En relación a lo declarado por las imputadas los jueces interpretaron que "si bien han querido relativizar mendazmente la actividad de (la víctima), diciendo que no sabían qué hacían en los "pases", los elementos que se le suministraba claramente corresponden a lo necesario para la prostitución, siendo irrelevante comprobar qué es lo que sexualmente hacían con cada cliente".

Consideraron contradictorio lo también señalado por Llanqueleo y Mendoza respecto que creían que la joven era mayor de edad, cuando "le pedían la emancipación, la que para ciertas actividades solamente le puede ser otorgada a los menores, reconociendo con ello que (la víctima) era menor de edad, sin perjuicio de la concreta edad que tenía".

Calificaron de poco seria la afirmación de las imputadas en cuanto a que "justo esa noche no la iban dejar trabajar" y que empezó a hacerlo sin que la vieran.