CIPOLLETTI (AC).- El intenso tránsito de jóvenes alcoholizados que durante los fines de semana se genera entre las localidades del Alto Valle, preocupa a los concejales de la región.

Uno de los motivos tiene que ver con los horarios de cierre diferenciado de los boliches entre ciudades ubicadas a escasos kilómetros entre ellas.

Para lograr abordar una legislación común que permita disminuir estos riesgos y el consumo de alcohol -sobre todo en menores de edad- se reunieron ayer en esta ciudad representantes de los concejos deliberantes de Regina, Roca y Allen, junto a sus pares cipoleños.

Por otra parte, todos reconocieron además, la necesidad de que al debate se sume Neuquén y las ciudades aledañas de esa provincia por el gran movimiento de personas que hay a través de los puentes carreteros.

"No sólo nos une el río y la ruta, también una problemática que hay que resolver como región. Las salidas nocturnas, el consumo excesivo de alcohol y la seguridad de los menores requieren una solución integral para todo el Alto Valle", expresaron.

Si bien Cipolletti desde el jueves cuenta con una nueva legislación en estos temas, el presidente del Deliberante local, Abel Baratti, aseguró que se puede rediscutir si es necesario para acordar criterios con el resto de los municipios.

El tránsito nocturno

El tema más candente ayer fue la necesidad de disminuir el tránsito nocturno de vehículos entre las localidades ya que el consumo de alcohol, sumado al cansancio puede transformarse en una combinación fatal no sólo para los jóvenes sino también para terceros que se desplazan a través de las rutas.

En este punto se coincidió en que la mejor manera de lograrlo es unificando criterios de cierre de los locales bailables. El horario sería el de las 6 de la mañana.

Por otra parte, otro aspecto que entró en debate durante la reunión fue la edad mínima de ingreso a los locales bailables. En este caso no hay criterio en común ya que Cipolletti fijó que entre los 16 y los 18 años podrán entrar hasta las dos de la mañana, mientras que en el resto de las localidades la edad mínima son los 17, según explicaron los representantes de los municipios.

Todos los ediles sumaron la necesidad de realizar controles sistemáticos de alcoholemia y la ayuda de los padres para acotar el consumo de alcohol o la vida nocturna de los menores de edad.