Rindieron como unas verdaderas "reinas". Fue una temporada atípica hasta para ellos, los mismos productores, pero no inesperada. Porque trabajaron en conjunto, aplicaron nuevos conocimientos, nuevas técnicas y todo lo aprendido, evidentemente, rindió frutos.
Son productores apícolas y sus abejas fueron las que se portaron como reinas. ¿Por qué? Porque, en plena época de vacas flacas para el sector, ellos prácticamente triplicaron los rindes de miel en el último año.Una experiencia insólita como pocas, si se tiene en cuenta la crisis general que atraviesa la apicultura en la región y en el país. Fundamentalmente, a causa de la sequía que afectó miles y miles de colmenas de productores primarios y motivó que se declarara la "emergencia apícola" nacional.
El director de Agricultura de Río Negro, Rubén Gil, explicó que la prolongada sequía vivida en el último año causó estragos en la producción. El funcionario precisó que la cosecha arrojó históricamente promedios de kg/ miel/colmena entre 17 y 22 kg, pero este año ese promedio disminuyó en más del 50% en la mayoría de los casos y en algunos puntuales, como en Valle Medio y Alto Valle principalmente, a valores ínfimos de 2 kg, por razones de índole meteorológico principalmente (sequía prolongada) y por saturación de áreas.
Sin embargo, y como en un mundo aparte, para el grupo de productores de Cambio Rural -que asesora Gustavo González, técnico apícola que trabaja para el INTA- la última campaña fue más que auspiciosa.
Experiencias.
El grupo aún es pequeño, está conformado por productores de Roca y de Allen, cada uno cuenta con alrededor de 30 colmenas, pero van por más en esta nueva experiencia.
"En este momento, ellos hacen compras comunitarias, medicamentos, envases y en momentos de cosecha se apoyan mutuamente", contó González, entusiasta. El grupo se conformó hace unos cuatro años a través de Cambio Rural, que les brinda asesoramiento gratuito. Ellos deben llevar al campo una inversión inicial, sus ganas y echar a rodar el emprendimiento.
"No todos sabían sobre la actividad, algunos sí, otros no y salieron de cursos de iniciación, como una alternativa productiva", se mencionó. "Pero todos estaban muy enganchados y querían desarrollar el emprendimiento", se apuntó además.
Ana Offidani (47), una de las emprendedoras, contó que arrancó apenas con un puñado de colmenas -"apenas cinco", dijo- pero hoy posee más de una veintena y ya piensa en poder multiplicarlas.
"En mi caso se convirtió en una empresa familiar. Arrancó mi marido en el 2002, él estuvo un tiempo y después seguí yo. Ahora él se dedica a otra cosa y yo con mis tres hijos llevamos adelante el negocio", explicó."La más grande me ayudó a hacer gestiones para conseguir materiales, otro me ayuda a envasar y el más chico, de 18 años, se encarga de vender. Así, entre todos, vamos tirando", señaló.
La nueva integrante de las filas apicultoras de la región mencionó que la actividad es noble "y a mí me ayuda mucho a sostener la economía familiar", contó, aunque "todavía nos falta mucho" -aseguró- para abrirse camino en una actividad que crece en la región.Menos volumen y más calidad.
La propuesta general que se planteó el grupo era no tener grandes volúmenes de colmenas, sino pocas y uno bueno de "producción y calidad". Y hacia allí caminan.
Pero no sólo se conforman con trabajar con la miel, sino que también -lentamente- van aprendiendo sobre la marcha todo lo que tiene que ver con el propóleo, sus propiedades y también están empezando a elaborar cremas, soluciones y subproductos cosméticos.
El grupo se llama "Cuarto Creciente" y cuenta entre sus filas a Haidé Quilaqueo, Claudia Luengo, Ana Offidani, Sergio Lacalle, Patricia Gómez, Norma Bordoni y Florencia Cerquetella.
"Se avanzó de a poco, se comenzó desde la sanidad con el reconocimiento de enfermedades en el primer año y a medida que fue pasando el tiempo se afianzó más la producción de miel", explicó González, también asesor de empresas de la región.
Triplicaron los rindes
"En general sacamos entre 15 y 18 kilos de miel por colmena por año. Pero ahora estamos en alrededor de 50 a 60 kilos, es muchísimo, pero se logró triplicar los rindes en la zona", contó, casi incrédulo, el técnico apícola.
"Sabemos que en el país fue un año malísimo, pero nosotros comenzamos a aplicar una nueva técnica de manejo en apiarios y nos dio resultados. Consiste básicamente en tener en cuenta la nutrición, alimentación de las abejas. Es una técnica que combina muchos factores...", señaló González.
"En momento de escasez, apelar al recambio de reinas, incorporación de reinas de criadero, realización de controles sanitarios y monitoreo de enfermedades... Es un proceso largo, permanente, que lleva trabajo, pero rinde frutos", señaló, como principales aspectos de una fórmula que parece "mágica".¿El destino de la miel? "Algunos venden en la región, otros exportan a granel a Estados Unidos y Alemania".
¿El desafío en mente? El grupo actualmente cuenta con alrededor de 850 colmenas en total y pretende llegar -en este año- al manejo de 1.500, distribuidas en la zona del Alto Valle hasta Chimpay. Es el camino que trazaron y hacia allí van.
Silvana Salinas
slsalinas@rionegro.com.ar