NEUQUÉN (AN).- Los trabajadores del Ente Provincial de Agua y Saneamiento (EPAS) comenzaron ayer con un paro que no tiene fecha fijada de culminación, y se declararon en asamblea permanente.
Ayer marcharon por las calles del centro, y esperaron una respuesta oficial del gobierno, al pedido de incorporar unos 150 empleados a la planta permanente.
Según el delegado de ATE Carlos Trecamans, la protesta no impidió que quedaran guardias mínimas disponibles del operario.
Otra de las solicitudes es que entre en vigencia el convenio colectivo de trabajo que fue negociado en los últimos meses.
Del total de los trabajadores que buscan pasar a la planta permanente, dicen "que hay unos 20 cuyo ingreso debería ser de inmediato". Sostienen que hay personal jubilado que no fue reemplazado.
Los empleados afiliados al gremio opositor también cuestionan la metodología de tercerizaciones por las que optó el gobierno, sobre todo para mantener las redes en la zona oeste de la ciudad, en lugar de privilegiar al personal capacitado con que el organismo cuenta en sus plantas.
De hecho, para ellos sólo quedó vigente trabajar en el este sector de Neuquén donde, según ellos dicen, se registra el menor número de problemas en el suministro de agua.
Ayer mantuvieron reuniones informales con funcionarios de la tercera línea del ministerio de Gobierno, Educación y Cultura, pero no obtuvieron una respuesta. Trecamans señaló que existe un preacuerdo para ir incorporando el personal que no se está cumpliendo.
En rigor se trata de un planteo que el gobierno recibe en buena parte del ámbito público.
Tanto ATE como el gremio UPCN han planteado, pero siempre se chocaron de frente con la imposibilidad de lograrlo, ya que la provincial les contrapone la situación financiera provincial.
Como reclamo marco, todavía el sindicato sigue a la espera de una respuesta a su pedido de incremento salarial del 30% en los haberes del sector público.