"La verdad que el pase es medio gol y sólo tengo que empujarla´´. La sincera confesión de Pedro se produjo unos minutos después de que el Barcelona ganara su quinto título consecutivo. Esta vez fue la Supercopa europea, en tiempo adicionado, ante el Shakhtar de Ucrania y con Lionel como gran figura, porque La Pulga dio el pase para que el canterano colocara el 1-0 definivo.
24 horas después de ser coronado como el mejor jugador de Europa, Messi volvió a salir campeón, un incentivo muy importante sobre todo pensando en el choque del 5 de septiembre ante Brasil.
El Barcelona es realmente infalible, al punto que ayer dio la quinta vuelta olímpica en forma consecutiva: Liga, Copa del Rey, Champions League, Supercopa española y Supercopa europea (´92, ´97 y ´09), que disputan los campeones de la Liga de Campeones y de la UEFA.
El partido fue opaco, porque al Barça estuvo incómodo e impreciso, y porque el Shakhtar Donetsk sólo se dedicó a defender. Para colmo, el campo de juego en Mónaco está realmente malo y eso conspiró contra el juego.
El equipo de Pep Guardiola estuvo lejos de ser aquel que entrega fantasía, jugadas coordinadas, velocidad extrema en los últimos metros y goles de otra dimensión.
Esta vez fue bien terrenal y, como le sucedió en la clasificación para la última Champions, se vio aprisionado por los cerrojos defensivos que le presentó este equipo ucraniano, una rara mezcla con aroma a juego brasileño en la mitad del campo.
Guardiola probó con diferentes variantes durante los 90´, incluso sustituyó a Zlatan Ibrahimovic y a Henry por los canteranos Pedro y Bojan. Dejó a La Pulga de nueve y el argentino volvió a cargarse con la responsabilidad de llevar a su equipo hasta los más alto. Siempre aparece en momentos calientes.
En el tiempo extra disparó dos veces cerca y a falta de 5´ encaró a toda la defensa, pasó el balón de pie a pie y metió la puñalada perfecta, digna de un crack, para que Pedro sellara el triunfo y la consagración.