LOS ÁNGELES (AFP).- La muerte de Michael Jackson hace más de dos meses fue un "homicidio" causado principalmente por una "aguda intoxicación por propofol" y otras cinco drogas recetadas, anunció ayer el Instituto de Medicina Forense de Los Ángeles.
Después de varias semanas de especulación las autoridades forenses publicaron los resultados de la autopsia realizada al músico, que cita en total seis drogas que estaban en el cuerpo de Jackson cuando sucumbió a los 50 años de un paro cardíaco.
La causa de la muerte fue establecida como una "aguda intoxicación por propofol", un poderoso anestésico de acción rápida utilizado para la anestesia general en hospitales, y "efectos del benzodiazepina", un psicotrópico que produce efectos sedantes e hipnóticos, ansiolíticos, anticonvulsivos, amnésicos y relajante muscular.
La familia Jackson no tardó en reaccionar. "Esperamos ansiosamente el día en que se haga justicia", dijo la familia del músico en su comunicado.
El lunes, documentos judiciales revelaron que el cantante tenía "niveles letales" del poderoso anestésico propofol e indicaron que su médico personal, Conrad Murray, había estado suministrando al cantante medicamentos fuertes para tratar su insomnio. Según el doctor, un insomnio severo atormentó los últimos días de vida de Jackson, que ante la imposibilidad de conciliar el sueño suplicaba a su médico por "su leche": un cóctel de Valium, Lorazepam y Midazolam combinado con propofol .
Murray habría admitido que inyectó las primeras veces 50 miligramos de propofol y luego fue bajando la dosis. Cuando redujo la dosis a la mitad, decidió mezclar el tratamiento con Lorazepam y Midazolam. Murray decidió discontinuar el suministro de propofol mezclado con otros sedantes dos días antes de que Jackson colapsara, el 25 de junio. Pero el día que Jackson murió, las quejas del cantante por la falta de sueño le habrían hecho cambiar de parecer. Y fue letal.