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ANÁLISIS: Discrepancias y desprolijidades permitieron a Uribe lograr aval a su acuerdo | ||
Las discrepancias entre los mandatarios de América del Sur, sumado a los problemas de funcionamiento en el bloque UNASUR, permitieron hoy que Colombia lograra el aval regional a su acuerdo con los Estados Unidos. Desde el inicio de la cumbre el mandatario colombiano, Alvaro Uribe, citó que en el texto firmado con EE.UU, "el artículo 3 dispone que ese acuerdo no se puede utilizar para la intervención en otros estados" por parte de las tropas norteamericanas. La declaración firmada a las apuradas por los presidentes del Cono Sur, como conclusión de un debate de casi siete horas, consiguió "reafirmar que la presencia de fuerzas militares extranjeras no puede, con sus medios y recursos vinculados a objetivos propios, amenazar la soberanía e integridad de cualquier nación suramericana y en consecuencia la paz y la seguridad". Lo mismo. Es más, Uribe obtuvo el compromiso de UNASUR de elaborar una estrategia sudamericana de lucha contra el narcotráfico. En ese contexto, Brasil y la Argentina consiguieron sacar a Estados Unidos de la declaración, y dirigir la discusión hacia cualquier fuerza extrarregional que tuviera presencia militar en algún país de América del Sur. Lula y Cristina Fernández, no querían incomodar a su colega Barack Obama. Pero la existencia de tres ejes mas en el bloque regional, impiden un claro consenso. Colombia, con Uribe, se mantuvo firme "contra todos". Hugo Chávez (Venezuela), Rafael Correa (Ecuador) y Evo Morales (Bolivia), constituyeron el eje antiestadounidense. En tanto Tabaré Vázquez (Uruguay), Michelle Bachelet (Chile), Alan García (Perú) y Fernando Lugo (Paraguay), marcaron el sector moderado de la discusión. Un párrafo aparte merece la organización. En principio, ninguno de los Jefes de Estado tenían una copia del acuerdo Colombia-EE.UU, por lo que abordaron el tema casi a ciegas. Por otra parte, al no haber reunión previa de cancilleres, como suele suceder en estas cumbres, no hubo un preacuerdo, por lo cual a las corridas, Fernández de Kirchner y Correa debieron ajustar el texto de la declaración, sobre la marcha. Lo que provocó un justo enojo de Lula Da Silva, cuando aseveró que la reunión, "debería haber terminado antes". Walter Schmidt, DyN | ||
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