En tanto desde la escuela Nº 23 su directora, Rosa Lamela, señaló que el lamentable hecho ocurrió "luego de que había tocado la campana de salida, en el baño de la escuela". Lamela agregó que "los docentes no estaban al tanto de la situación y que los menores involucrados tampoco habían comunicado nada. En contraposición a lo que indica la denuncia policial efectuada por los familiares de la víctima, la directora expresó que "entre los dos alumnos involucrados no había ningún tipo de conflicto".

"Hay que trabajar mucho en el aula y con los miedos para que podamos actuar en su momento. Si no nos comunican lo que pasó, no podemos saber, porque nosotros no podemos revisar a los alumnos. La reflexión es que todos tenemos que ir cambiando y los docentes vamos a tener que trabajar con el Estado ante estas situaciones porque hay temas que nos están desbordando. Vamos a trabajar para que estos miedos se venzan, las armas las carga el diablo. Si el arma hubiese estado cargada podría haber sido una tragedia" resaltó la directiva. (AA)