SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Movimiento febril, instalación de equipos de tevé y un despliegue de seguridad estricto pero sin histerias dominaron la escena ayer en el hotel Llao Llao. Faltaban pocas horas para la llegada de los primeros presidentes que sesionarán hoy en la cumbre de Unasur y los aprestos involucraban a cientos de personas, con tareas tan diversas como tirar cables, montar parabólicas, emplazar equipos contra incendios, izar banderas o barnizar escaleras, que lucían instantes después el obligado cartel de "pintura fresca".

El dispositivo de seguridad fue instalado con visible apuro. Un ejemplo: el miércoles llegaron al Llao Llao desde Buenos Aires varias unidades del Cuerpo de Bomberos de la Policía Federal. Cuatro en total. Muy modernas todas. Integraron el convoy una cisterna con 10.000 litros de agua, otra de 5.000, una camioneta para neutralizar explosivos y un vehículo liviano para ataques rápidos. Junto a la caravana llegaron también "León" y "Blanco", dos perros labradores entrenados para la búsqueda de personas y otros dos pastores franceses, con especial aptitud en la detección de explosivos.

Mientras sobrevolaban los helicópteros, varios móviles de la policía federal, prefectura y gendarmería no cesaron de recorrer la explanada principal y los alrededores del Llao Llao con la idea de afinar todo el operativo y no dejar nada librado al azar.

Entre las cuestiones que exigió un preparativo especial estuvo todo lo relacionado con la salud de los presidentes. El ministerio de Salud envió tres ambulancias nuevas, con equipamiento de última generación.Uno de los choferes explicó que su misión era la de viajar "encapsulados" en cada comitiva oficial desde el aeropuerto hasta el hotel, para actuar de inmediato ante cualquier incidente.