SAN ANTONIO OESTE (ASA).- La familia de un conocido empresario pesquero de esta localidad vivió una verdadera pesadilla cuando una pareja de asaltantes ingresó a su domicilio y, tras encañonar a uno de sus hijos con una arma de fuego, huyó con 50.000 pesos en efectivo que estaban destinados al pago de los sueldos del personal.

Aunque todavía no hay detenidos, la investigación apunta al círculo íntimo del empresario, ya que la policía sospecha que algún allegado "filtró" el dato de la existencia del dinero. Es que los uniformados especulan con que la información que poseían los ladrones supera a la que podrían haber obtenido mediante simples labores de inteligencia.

El hecho ocurrió el miércoles alrededor de las 14, en un domicilio de calle 9 de Julio entre Mitre y Belgrano, en el momento en que el comerciante pesquero Alejandro Yarza se había ausentado brevemente para ir a retirar a uno de sus hijos de la escuela.

Todo comenzó cuando una mujer de alrededor de 20 años y un varón de unos 37 se presentaron en la casa preguntando por el dueño. Cuando la empleada doméstica entreabrió la puerta para avisarles que Yarza no estaba, la empujaron con violencia e ingresaron al domicilio.

Ya en el interior de la casa el sujeto sacó a relucir el arma de fuego con la que amenazó a la esposa del empresario y a dos de sus hijos, de 4 y 11 años, quienes se encontraban allí. Mientras tanto, con amenazas verbales la joven cómplice exigía el dinero.

"Estuvieron sólo unos minutos en la casa, pero fue una verdadera pesadilla", relató ayer la mujer del empresario, todavía consternada por la situación.

El momento de más tensión fue cuando el delincuente tomó por la cintura al nene de 11 años, apoyándole el cañón del arma en la cabeza, mientras se dirigía a su madre gritando: "¡Dame la plata o le disparo!".

Ante esta situación la mamá del niño buscó el pequeño cofre de metal en el que su esposo guardaba el dinero, destinado al pago de haberes a los empleados de la pesquera, y se la entregó al hombre, que liberó al niño y huyó por la puerta principal junto a su cómplice. "Ni siquiera esperó a que buscara la llave del cofre, se fue con la chica llevando la caja cerrada entre las manos" recordó la mujer del empresario.

Según las fuentes policiales, la pareja se fue a pie en dirección a la calle Mitre y luego habría abordado un taxi al doblar hacia Pellegrini, en las inmediaciones del edificio que ocupa la Aduana.

Las víctimas, en tanto, se comunicaron con la Comisaría 10 para dar aviso del robo, aunque la rapidez con la que actuaron los malvivientes impidió que los efectivos policiales que arribaron al lugar dieran con ellos.

Debido a que la pareja actuó a cara descubierta, los investigadores sospechan que el robo fue planificado por uno o más sujetos de la localidad pero que fue ejecutado por delincuentes de alguna zona vecina.