SAN MARTÍN DE LOS ANDES (ASM).- Los instructores de esquí representados por la CTA y en conflicto con la empresa Nieves del Chapelco, ratificaron la continuidad de los paros sorpresivos en demanda de mejoras, y reclamarán al gobierno condicionar la pendiente renovación de la concesión del cerro a la firma de un convenio colectivo de trabajo, que la concesionaria "se niega" a reconocer.

Los instructores llamaron a una asamblea abierta a toda la comunidad, en la que explicaron los alcances del conflicto que mantienen desde el inicio de la temporada.

Al mismo tiempo, negaron cualquier responsabilidad en presuntos hechos intimidatorios a los profesores que no se han plegado al paro, y aseguraron que "son inventos de la empresa, a los que nos tiene acostumbrados".

Conviene recordar que Nieves del Chapelco despidió a tres personas por presuntos actos de hostigamiento a otros instructores, a la vez que envió unos 60 telegramas de apercibimiento al personal de la Escuela de Esquí y Snowboard por "inconducta laboral".

Ante el colmado salón de usos múltiples del Centro Cívico, la conducción de la Asociación de Instructores, encabezada por Hugo Pavés, dijo que están "luchando nada más y nada menos que por lo que nos corresponde, por lo que tienen otros trabajadores y que a nosotros se nos niega: un convenio colectivo que nos asegure cuestiones elementales, como por ejemplo el reconocimiento de que somos humanos y a veces nos enfermamos y no por eso tenemos que perder el día de trabajo".

Pavés dijo que incluso la empresa "nos niega la libertad sindical, ya que no reconoce a la CTA cuando en la provincia se firman paritarias con esta organización, que elegimos para que nos represente".

Los instructores tenían prevista anoche una reunión con representantes de la provincia, que es el poder concedente de cerro Chapelco. Precisamente, conviene recordar que está pendiente de renovación el contracto que liga a Nieves del Chapelco con la provincia para la explotación de la montaña, luego de que la empresa ahora en cabeza de Juan Adrogué (tras la compra a la familia Capozzolo) cumpliera con las inversiones exigidas en la negociación de 2005.

En diálogo con este diario en un aparte del encuentro abierto a la comunidad y realizado en la noche del miércoles, Pavés dijo que van a "pedir a la provincia que se abstenga de renovar el contrato a la empresa, hasta tanto se reconozca a la Asociación de Instructores y se firme un convenio colectivo de trabajo como manda la legislación laboral". Otro de los planteos es el sostenimiento del pago de un porcentaje por clase de esquí o snowboard, que los instructores consideran como "una conquista histórica que nos quieren borrar de un plumazo", a cambio de un básico y una suma fija negociable cada año propuesta por la empresa. "También levantamos la bandera de un básico, pero de ninguna manera cederemos a las presiones por eliminar el porcentaje que corresponde por cada clase", enfatizaron.

Llamaron la atención sobre los cambios de metodología impuestos en el sistema de asignación de horas de clase, que "están destruyendo" la histórica relación entre instructor y cliente, lo que a su vez convierte a la escuela "un negocio sin ningún interés por las personas, más que el de hacer caja".