El ministro de Economía, Amado Boudou, ratificó el interés de la Argentina por normalizar su relación con el FMI y volver a los mercados internacionales de crédito, pero aclaró que lo hará siempre y cuando se respete su autonomía y no le pidan "ajustes" como en el pasado.

Como para que no queden dudas de que el ministro estaba hablando por su cuenta, Néstor Kirchner salió a apoyar sus dichos. Que no son otra cosa que la nueva estrategia oficial a seguir con el antes vapuleado organismo "Lo que dijo Boudou es excelente, que la Argentina volverá al mercado de capitales, ahora cuando va descendiendo esta crisis internacional es el momento de ir volviendo en forma soberana", sostuvo anoche el es presidente durante una reunión con intendentes del conurbano.

Tras protagonizar en diciembre de 2001 la cesación de pagos más grande de la historia, cancelar en el 2004 la deuda con el FMI y de que el ex presidente Kirchner pronunciara su famosa frase "Chau Fondo", la Argentina demostró estar lista para volver a discutir su regreso a los mercados voluntarios de crédito.

Pero el ministro de Economía advirtió que si la Argentina normaliza relaciones con el FMI lo hará sin aplicar las "recetas de ajuste" de ese organismo.

Boudou le dijo a un representante del Fondo que "las políticas económicas se definen y deciden en la Argentina", según reveló el propio ministro, al ser consultado en el marco del Congreso de Supermercadismo que se realizó en el Centro Costa Salguero.

El ministro calificó de "positiva" la reunión con el director del Hemisferio Occidental del FMI, el chileno Nicolás Eyzaguirre, y consideró que "se pueden lograr avances en la relación".

Boudou dijo que "si hay un camino de comprensión del FMI hacia la Argentina hay margen para avanzar" y sobre su encuentro con el representante del Fondo dijo que fue "un diálogo política e institucional", pero no se habló del artículo 4.

El artículo 4 es un "diálogo" entre el FMI (representando al conjunto de los países de la comunidad internacional) y cada uno de sus países miembros, en este caso la Argentina, y significa la "confianza" necesaria que debe primar entre el organismo y sus miembros.

Boudou dijo que "la política económica y monetaria se decide en la Argentina, porque hay una historia muy triste de las recetas de ajuste que han fracasado en el país". "Si el FMI no viene a imponer políticas que la Argentina no desea, ni va a aplicar, hay margen para avanzar", sostuvo.

Durante el encuentro se habló también de las alternativas para llegar a un acuerdo por la deuda con los bonistas, por unos 28.000 millones de dólares, y con el Club de París, por otros 6.500 millones. (DyN/Redacción Central)