En la madrugada de ayer, un joven de 26 años fue asesinado a balazos y su padre resultó gravemente herido cuando ambos intentaron resistirse a un asalto en su casa del barrio San Andrés, en el partido bonaerense de San Martín. Mariano Iannetta se llamaba el muchacho asesinado. Su padre, Sergio Iannetta, de 55 años, sobrevivió a la balacera aunque ayer se encontraba internado en grave estado.

Aunque la principal hipótesis que manejan los investigadores es que se trató de un robo, en el que los ladrones buscaban dinero producto de las ventas de la inmobiliaria de las víctimas, llamó la atención el grado de violencia con la que actuaron los delincuentes, quienes según confirmaron, utilizaron "armas de distintos calibres" y efectuaron una inusual cantidad de disparos dentro de la casa de los Iannetta.

Hasta anoche no había detenidos por el hecho, que ocurrió alrededor de las 3 de la madrugada en el barrio residencial de San Andrés. El atraco se inició cuando el joven fue interceptado por dos ladrones en las puertas de la casa, cuando llegaba a bordo de su auto Renault Clío.

Con él como rehén, los delincuentes ingresaron a la vivienda y cuando buscaban objetos de valor fueron sorprendidos por el padre del muchacho, con el que se trabaron en lucha. Esa pelea terminó cuando los delincuentes atacaron a balazos a las víctimas y luego huyeron en el Clío, que más tarde fue encontrado abandonado en un asentamiento conocido como "Villa La Rana", a unas diez cuadras de la vivienda.

Según informaron, en la casa también se encontraban la esposa de Iannetta y la hija menor del matrimonio, de 20 años. Ambas dormían pero fueron sorpresivamente despertadas por los gritos y la primera seguidilla de disparos. Cuando llegaron al comedor, ya nada había por hacer: el joven tenía cinco disparos en el tórax y las piernas y murió apenas ingresó a la clínica. (DyN)