BUENOS AIRES (ABA).- El ministro Julio De Vido jugó un papel protagónico para resolver el conflicto petrolero que paralizó Santa Cruz y esmeriló aún más la gestión del gobernador Daniel Peralta, un "pingüino" al que Néstor Kirchner colocó en la cuerda floja entre otros motivos por haberse puesto al frente del reclamo gremial.
Según fuentes oficiales, hay en marcha un plan K para rearmar la "pingüinera" en Santa Cruz, que contempla por lo menos dos pasos: una salida elegante para Peralta dentro de dos años y la entronización de un cuadro fiel en el Poder Ejecutivo provincial.
¿A quién se confiaría esa misión? "Río Negro" pudo saber que el que "tiene muchas ganas" no es otro que De Vido, quien considera que se está cerrando su ciclo como ministro clave de la Casa Rosada. Esto último teniendo en cuenta que ha sido uno de los principales objetivos de las críticas de la oposición por sus oscuros manejos.
