Cuando se pensaba que los barrabravas en los estadios de fútbol de Inglaterra ya estaban erradicados, volvieron a actuar los hooligans y con mucha violencia.
En el partido entre el West Ham y Millwal del martes por la noche se produjeron graves disturbios entre simpatizantes de ambos clubes.
Según informó la policía local, en los incidentes de los que participaron cientos de hinchas, un hombre de 44 años fue apuñalado, aunque está fuera de peligro
Se trató de desmanes "planificados" en los que volaron botellas y piedras.
Durante y después del partido, cientos de hinchas se precipitaron al campo de juego del estadio Upton Park. También hubo choques con la policía después de terminado el encuentro.