BUENOS AIRE S.- Una veintena de empresarios de primer nivel le transmitieron ayer al director del FMI para el Hemisferio Occidental, Nicolás Eyzaguirre, su expectativa en el restablecimiento de las relaciones de la Argentina con el organismo de crédito.
El hecho sucedió en el marco de un almuerzo auspiciado por la empresa Microsoft, organizado por el Consejo de las Américas en el Hotel Alvear, luego del encuentro que tuvo lugar durante la mañana con la presencia del ministro de Economía, Amado Boudou.
En un salón del tercer subsuelo del tradicional hotel de la Recoleta estuvieron entre otros, el titular de la Cámara de Comercio, Carlos De la Vega, el presidente del Citibank, Juan Brouchou; el de Edenor, Marcelo Mindlin; IRSA, Eduardo Elsztain, General Motors, Edgar Lourecon y, Microsoft, Sandra Yakelini.
Por otro lado, estuvo aunque se retiró antes, el director del Banco Hipotecario y economista de consulta de Amado Boudou, Mario Blejer y la titular del Council of Americas, Susan Segal.
"Tenemos la esperanza que mas allá de los anuncios se comiencen a dar los primeros pasos concretos aunque sea de manera informal" para normalizar la relación del país con el FMI, expresó De la Vega al concluir la comida.
Varios empresarios coincidieron en que Eyzaguirre insistió en que la Argentina "va a tener una buena oportunidad" en el resurgimiento de la economía mundial luego de la crisis por los elevados precios de los commodities.
"En la medida que busquemos los estímulos para esta actividad, evidentemente la Argentina va a tener los recursos necesarios que le van a hacer bien a toda la economía", agregó De la Vega.
El empresario consideró que "fue unánime la idea y la esperanza de que la Argentina vuelva a reinsertarse en la economía mundial".
Desde el gobierno, y durante su exposición ante los empresarios, el jefe de gabinete Aníbal Fernández afirmó que con las "políticas heterodoxas" aplicadas por Néstor y Cristina Kirchner desde 2003 "la Argentina se encuentra en una posición de privilegio para afrontar los problemas que se derivan de la crisis internacional".
"La Argentina no es un paraíso, pero tampoco un infierno", sostuvo Fernández y agregó que desde 2003 hubo "expansión de la capacidad instalada", se "incrementó la productividad", se logró "una mayor y mejor redistribución del salario", hay "créditos y préstamos" y todo ello se originó en "la confianza" en impera frente al gobierno nacional.
También disertaron el jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, y los gobernadores de Salta y Chubut, Juan Manuel Urtubey y Mario Das Neves, así como los ministros de Economía, Amado Boudou, y de Producción, Débora Giorgi, entre otros. (DyN)