VIEDMA (AV).- Premio a la pasión y al esfuerzo. Una vida dedicada al deporte y a la práctica permanente que hoy vuelve a tener reconocimiento internacional. A los 20 años la viedmense Valeria Figliozzi formó parte de un seleccionado nacional de voley en Italia, práctica que años después reemplazó por el básquet de manera recreativa y con algunas integraciones del seleccionado de Río Negro y en Bahía Blanca en la preselección argentina de 2002.

Hoy fue convocada por el "Bodega Radio" de San José de Costa Rica, un equipo que intenta mejorar la perfomance con extranjeras. Junto a Valeria también fue contratada otra viedmense: Florencia Birge de 20 años, que hizo sus primeros dobles en el club Sol de Mayo y actualmente juega en La Plata.

Al margen que es un equipo femenino de primera y que participará de una liga local durante tres meses, es poca la información que maneja Valeria. Sí sabe que habrá varias estadounidenses, entre ellas una ex WNBA (la NBA para las chicas).

"Me tiro a la pileta y me enteraré cuando llegue allá", sostuvo sin disimular la alegría por la convocatoria. Y argumentó que "nunca me dediqué de lleno al básquet. Fue más que nada una forma recreativa. Imaginate que tengo 41 y voy a jugar contra chicas de 20 o 30; es un hermoso desafío para mi. Al parecer quieren profesionalizar esta liga a partir de este torneo".

Se mostró sorprendida por la contratación "porque en el mundo son miles las jugadoras entre 20 y 40 años. Me encantan las aventuras y ésta es una de ellas. Es un orgullo representar al país y, sobre todo, a mi ciudad".

Al desafío, las ganas y la pasión en Valeria, se suma la conducta de un entrenamiento permanente. No tiene descanso. Todas las mañanas con viento, frío, lluvia, calor, feriados, Navidad y Año Nuevo amanecen temprano para ella. Un par de mates y la costanera es toda suya. Caminata y trote, actividad que reitera al atardecer después de las clases que dicta en su gimnasio.

"El deporte es parte de mi vida. Nada de cocina", enfatiza al admitir que si bien no tiene 20 ni 30 "todavía puedo jugar".

Valeria conoce cada centímetro de los senderos de la costanera que bordea el río Negro. El viernes parte hacia un lugar de espesa vegetación y lluvias permanentes.

"Voy a ciegas. Sólo se que mi primer partido será el 7 de setiembre, que se jugarán unos 12 y nada más".