NEUQUÉN (AN)- El único detenido por su presunta vinculación con la muerte de Gimena Salazar recuperó su libertad ayer, mientras que el otro involucrado podría entregarse en las próximas horas. Los acusan de "encubrimiento agravado".

Mientras tanto, la Justicia sigue esperando el resultado de una batería de pericias científicas que determinarán con mayor precisión las circunstancias que rodearon la muerte de la joven de Centenario.

Gimena fue vista por última vez el pasado 12 y su cuerpo apareció el viernes 21 semienterrado en la meseta, sin signos de violencia. La autopsia determinó que había muerto por una intoxicación alcohólica aguda.

De acuerdo con la información que reunieron hasta ahora los investigadores, la joven participó de una fiesta con amigos en la cual consumió grandes cantidades de pisco, una bebida derivada del vino con alta graduación alcohólica. La ingesta le provocó la muerte, pero el resto de los participantes de la reunión no se habría dado cuenta. Cuando lo advirtieron se asustaron y ocultaron el cuerpo en la meseta.

Uno de los asistentes a la fiesta se quebró y reveló el lugar donde estaba el cadáver. Según pudo averiguar "Río Negro", dos hombres llevaron el cuerpo en moto hasta ese lugar. Esos individuos están acusados de "encubrimiento agravado", uno ya fue detenido y excarcelado mientras que el otro expresó su voluntad de entregarse y declarar.

Se trata del sujeto apodado "Chucky", quien contaría con antecedentes delictivos. Un abogado se presentó en el juzgado a anunciar que podría presentarse en las próximas horas.