El balón gástrico es una intervención en el aparato digestivo sin cirugía, utilizada desde hace un tiempo como una forma de solución al problema de las personas obesas. La idea con este tipo de dispositivo es bajar de peso en forma rápida, sin llegar al recurso de la cirugía bariátrica, en la cual se modifica quirúrgicamente el tracto digestivo.

¿En qué consiste y cómo se aplica el balón gástrico? Se trata de un balón de silicona suave que se coloca desinflado en el estómago por vía endoscópica, sin cirugía.

Una vez introducido con el endoscopio, el balón o globo se infla con una solución líquida dentro del estómago por vía endoscópica con el fin de estimular los mecanorreceptores que hay dentro de la cavidad gástrica, de manera que el paciente coma y se sienta satisfecho en seguida, sin sentir hambre. A los 6 meses se retira, y el paciente logra reducir, según aseguran los médicos que propician esta técnica, entre 12 y 20 kilos.

Los avances de la ciencia permiten hoy poner al alcance de las personas con obesidad nuevas alternativas efectivas en el corto plazo, no invasivas y sin necesidad de cirugía ni internación, sobre todo en aquellos pacientes que, por su obesidad, no lo justifican. Entre otras, la necesidad de reducir el exceso de peso pre y pos-embarazo puede ser motivo para buscar este tipo de soluciones para adelgazar en pocos meses.

El balón intragástrico es, justamente, una de las últimas novedades. Se trata de un procedimiento médico para combatir el sobrepeso y casos especiales de obesidad mórbida. "El principal beneficio del balón es que, una vez colocado en el estómago, permite al paciente reeducar su conducta alimentaria, reducir notablemente las porciones de alimentos e incorporar hábitos saludables", señala el doctor Luis Caro, médico gastroenterólogo y endoscopista, del Instituto Alexander Fleming.

La colocación de este dispositivo dura aproximadamente treinta minutos. Una de las principales ventajas es que no requiere días de internación, y además no es agresivo porque no modifica la estructura del estómago, asegura el especialista.

Para obtener éxito en este tratamiento es fundamental hacer un seguimiento adecuado del paciente, teniendo en cuenta que el tratamiento debe ir acompañado de una dieta nutritiva y equilibrada. "El trabajo en equipo del gastroenterólogo y el endoscopista es fundamental a la hora de decidir la colocación del balón intragástrico, porque son quienes deben evaluar cada caso y supervisan todo el proceso, donde también es conveniente el aporte de nutricionistas, cardiólogos y psicólogos", agrega Caro.

Cuándo es aplicable

El especialista comenta que el balón gástrico está específicamente indicado para pacientes mayores de 18 y menores de 60 años, con un índice de masa corporal (IMC) de 26 a 35.

Pacientes con un IMC mayor a 45 con alguna morbilidad asociada también estarían entre los "candidatos". También hay casos especiales en los que puede indicarse, que son las personas con obesidad mórbida en preparación para algún tipo de cirugía puente, especialmente si han fracasado con las demás alternativas (dietas, fármacos, etcétera).

Las mujeres que tengan que perder peso para buscar un embarazo y personas con obesidad y para las que el tratamiento quirúrgico no sea indicado pueden ver en el balón gástrico una alternativa para un descenso rápido.

La colocación de este dispositivo que reduce la capacidad del estómago puede colaborar en la pérdida de un peso mayor en relación con otros programas de reducción de peso, una dieta por ejemplo, y su característica de ser endoscópico, no quirúrgico ni farmacológico, es la que le daría las supuestas ventajas que tiene. Requiere sí, un seguimiento médico permanente.