Más de mil moldes y cuños para grabar las numeraciones de carrocerías y motores de autos que eran usados por la "Familia Llanta", una banda de "clonadores" de autos robados, fueron encontrados hoy en el techo del canil de un perro rottweiler en un taller de autopartes del partido bonaerense de La Matanza, informaron fuentes policiales.
Además, durante otro procedimiento realizado por otra causa similar, los investigadores de la Policía Federal hallaron unas 200 cajas de velocidades de coches supuestamente robados en un local de venta de repuestos del barrio porteño de La Paternal.
Los voceros explicaron que el descubrimiento de los cuños grabadores de números se realizó durante una segunda inspección de la División Sustracción de Automotores de la Superintendencia de Investigaciones en cuatro domicilios de la localidad bonaerense de Gregorio de Laferrere (La Matanza) que ya habían sido allanados el últimos lunes.
En esa ocasión fueron detenidas cuatro personas integrantes de la denominada "Familia Llanta" -tres hermanos y un primo-, acusadas de robar autos y luego venderlos como "mellizos". Los operativos se concretaron en viviendas situadas en las calles Vernet 5600, Watt al 2800 y Fournier al 1700 y 1100, donde hoy fueron encontrados los cuños en el canil del perro de la organización.
Con esos elementos la banda grababa los dígitos que integran las numeraciones regístrales en las unidades automotrices, tanto en la carrocería como en el block de motor. Según se explicó, los detectives del caso investigan eventuales conexiones de esta organización delictiva con presuntos empleados infieles de empresas ensambladoras de automóviles, quienes podrían haber suministrado los cuños originales para la producción de los rodados adulterados.
Por otra parte, otras brigadas de la División Sustracción de Automotores concretaron otro procedimiento por una causa diferente en un local de La Paternal donde hallaron las 200 cajas de velocidades de autos de dudosa procedencia. Los policías realizaron el allanamiento ordenado por el juez Walter Candela, luego de una investigación iniciada hace un mes en la que se descubrió que en local, situado en Paysandú al 2300, se comercializaban los repuestos ilegales.
Las fuentes indicaron que las 20 cajas de velocidades, pertenecientes a distintos modelos y marcas de coches, no tenían el sticker que garantiza su procedencia y que los encargados del comercio no pudieron justificar el origen de esos repuestos. Según se informó, los dos hombres que trabajaban en el local fueron identificados y quedaron afectados a la causa por infracción a la Ley 25.761 que regula la venta de autopartes del automotor.
DyN