SIERRA GRANDE (ASG).- En el Centro de Educación Técnica Nº 12 todavía no salen del asombro. Un estudiante llevó un arma y una bolsa con balas a la escuela y gatilló tres veces en la cabeza de un compañero, al parecer en un "juego" de ruleta rusa.
El incidente hizo recordar a todos lo sucedido en la escuela de Patagones hace varios años.
Todo ocurrió en el turno mañana, entre un recreo y otro cuando ya corría el rumor de la presencia de un arma. Los interrogantes de si se trataba de una amenaza real, un juguete o solo una broma fueron constantes hasta que un alumno confesó que le habían gatillado.
Lo cierto es que en uno de los recreos, un chico de 15 años estaba en el baño, orinando, cuando de atrás un compañero del mismo curso, de 16 años, se le acercó, apoyó el arma en su nuca y sin titubeos le gatilló tres veces sin mediar palabra. "Sentí un frío que me corrió por todo el cuerpo, mi compañero estaba con otros más y todos se reían", contó el muchacho a "Río Negro".
El joven no supo decir por qué en ese momento no dio aviso. Quizá fue el terror que lo invadió porque sabía que era un arma de verdad. Todo indicaría que si el arma estaba cargada -cuestión que se desconoce- fue un juego de ruleta rusa y el desenlace pudo ser fatal. Los padres del joven amenazado no salían del estupor que les causó el hecho.
El padre, que es policía, no dudó en radicar una denuncia en la Comisaría donde trabaja. "Esto no puede pasar, que hubiera sucedido si a mi hijo me lo entregaban muerto", dijo entre lágrimas la madre.
Ambos compañeros de clase no habían tenido inconvenientes previos por lo que se desconoce los motivos de la intimidación. Sí se supo que el muchacho que portaba el arma tenía promesas de ajustar cuentas con otro alumno que ayer no fue a la escuela.
Con los minutos los rumores de la presencia de un arma fueron cobrando fuerza hasta que la víctima, presionada, contó lo ocurrido. En el siguiente recreo, personal del establecimiento montó un operativo para descubrir la verdad. "No es fácil revisar chicos en una escuela" confesó una fuente.
Y efectivamente los muchachos también habían montado su plan para evadir la situación. El arma fue de mano en mano, hasta que un adolescente la quiso sacar de circulación metiéndola en su mochila. Justo a tiempo un preceptor descubrió la maniobra y la pistola y una bolsita de balas fueron entregadas a la dirección.
Inmediatamente llegó la policía y el alumno de 16 años quedó demorado. El comisario Juan Carlos Espinoza, dijo que el arma encontrada es un revólver calibre 22 corto que no tenía balas en su recámara y que "no hubo detonación. También hallaron una bolsa con algunas municiones de varios calibres.
Entiende en la causa "por amenazas calificadas" el Juzgado Nº 4 de Viedma y la Fiscalía Nº 2.
