El 23 de agosto, en el Teatro del Pueblo, se estrenó para la prensa la comedia de dramaturgo zapalino Hugo Saccoccia, "Las González", sobre el deseo y la sexualidad en mujeres mayores y su derecho a vivir sin prejuicios ni mandatos. El elenco integrado por Catalina Speroni, Ana María Castel, Cecilia Cenci y Angela Ragno corporiza esta obra homenaje dirigida por Néstor Romero que desde el próximo domingo se ofrecerá al público en general en la porteña sala de avenida Roque Sáenz Peña 943.
1998 en una pequeña ciudad. Una mujer se encarama en el deseo de todas, hace añicos los códigos de convivencia social para espanto de pueblerinas y familiares de un autoritarismo ancestral y otra historia comienza a gestarse.
Saccoccia, fundador de la Biblioteca Teatral Hueney de Zapala, además de autor también de "Humo de leña verde", viajó a Buenos Aires para el estreno de "Las González" y posteriormente charló con "Río Negro".
Primera lectura de su obra en otro medio, lejos de casa. "El elenco es de primer nivel, las cuatro actrices están muy bien en un trabajo hermosísimo. Abordan con eficacia el humor que la pieza tiene, la gente se rió mucho, se enganchó con la historia. La realización me sorprendió porque es una comedia del grotesco pero toca momentos kitsch, otros esperpénticos, y lo hace muy bien. Son gente con muchísimo oficio. El aplauso final fue emocionante, sostenido, muy lindo. Después algunos periodistas, que casi nunca hacen comentarios antes de escribir sus notas, me dijeron que la habían pasado muy bien, que la pieza les había gustado.", dijo él, emocionado.
-¿Cómo ves la interpretación que el director y las actrices pusieron en escena, respecto de lo que concebiste al escribirla?
-Yo vine a la primera función con mucho miedo porque no pude ver ningún ensayo. Por un lado. Y a su vez con la sensación de que se trataba de un temor innecesario porque había gente muy profesional en el elenco, desde el director, las actrices, la música del Chango Farías Gómez. Me pesaban ambas impresiones. Obviamente, cuando se escribe una obra, casi siempre uno va llevando la puesta en la cabeza, pero esto es algo mucho más renovador que lo que yo me había imaginado al gestarla. Si bien había pensado algo que no fuera costumbrista, como los personajes son fuertes y con bastante dosis de humor, la historia transcurre en un pueblo, en casa de una familia tradicional, en un jardín de invierno? Es muy difícil abstenerse de lo que pueda tener de realista en escena. Ellos no cayeron en eso y concretaron una puesta diferente.
-¿Qué compromiso te genera que "Las González" se estrene en Buenos Aires, en lo personal, en tu desarrollo como dramaturgo?
-Es muy importante, y que además se haya estrenado en el Teatro del Pueblo donde todo autor argentino quiere estrenar porque es la primera sala independiente de toda Latinoamérica, fundada en el año 30, un espacio mítico de defensa del teatro y la dramaturgia nacional. Todo autor sueña con estar allí donde se hacen no menos de seis a ocho obras por semana, aprovechando sus dos salas. Todo eso resulta una enorme satisfacción personal, una gran alegría, qué sé yo? También implicó temor porque mi texto iba a estar expuesto ahí, ante gente entendida, teatristas, dramaturgos reconocidos como (Roberto) Tito Cossa, Bernardo Carey, (Roberto) Perinelli, Beatriz Mosquera, a quienes he admirado por años en sus textos y en sus obras.
-No es fácil para un autor del interior, en general, y de la Patagonia particularmente, llegar a Buenos Aires, ser considerado al mismo nivel que los que nombraste.
-Claro que no. Viviendo en la Capital, tenés ganas de ver teatro, mirás los títulos, los actores y el autor, y quién lo conoce a Saccoccia? (Ríe contagiosamente) Al mismo tiempo hay en cartel obras de Cossa, de Mauricio Kartun, de (Carlos) Gorostiza, de (Daniel) Veronesse, de (Javier) Daulte? No sé? ¿entendés? Posiblemente sí me ayude que la gente ve quién actúa y allí aparece este elenco de primerísimo nivel, un director de gran trayectoria como Néstor Romero que ha sido muchos años profesor de la Cátedra de Actuación y Rector del Conservatorio (Nacional) de Arte Dramático, la música del Chango? Estos nombres sí son muy atractivos como para que alguien vaya a ver "Las González", y, por ahí, al autor lo dejan hasta ver de qué se trata el producto. (Ríe nuevamente).
-Tu modestia te hace hablar de esa manera.
-Es así (sigue riendo). Es así.
-Es claramente un reconocimiento.
-(Se pone serio) Claro, lo es. El director pasó por Zapala el año pasado, me preguntó si estaba escribiendo algo y le contesté sí, pero que era un borrador todavía. Lo leyó y me pidió una copia para hacerla en Buenos Aires. Él ha dirigido otras obras mías ("Modelos de madre para recortar y armar", 2006, por ejemplo) como final de curso en su escuela de teatro en San Telmo. Entonces pensé en eso y contento se la di. Y a los pocos meses me escribió para decirme que apuntaba más alto, que quería estrenarla en alguna buena sala con un buen elenco. Eso ocurrió. Después tuve la noticia de la elección del Teatro del Pueblo, que había puesto la obra a consideración y la habían aprobado? bueno? regalo de fin de año pasado.
-Ahora regresás a Zapala. ¿Cómo imaginás la vuelta?
-No? (suelta su risa) Algunos lo saben, otros no. Como siempre. Si alguien se entera me llamará para saludarme. Nada más. Yo llego el miércoles a la noche y el jueves tengo que estar en mi Juzgado, tengo audiencias, trabajo de sobra. Soy Juez Correccional y de Menores así que causas me sobran. En mi vida, estas cosas no me afectan porque las tomo como parte del placer de escribir y que alguien tome mis personajes, los lleve a escena y le guste y le sirva a la gente que va a ver el espectáculo. Todo lo relacionado con el teatro me apasiona, pero sólo ambiciono que le guste a la gente, que vaya y la pase bien. Si esto sucede, mas que chocho.
EDUARDO ROUILLET
