MADRID (Télam).- Los descendientes de Federico García Lorca no se opondrán, luego de varios años de controversia, a la decisión de las autoridades de Andalucía de abrir la fosa común donde yacen los restos del poeta. A pesar de que sus descendientes siempre se mostraron "reacios" a que se remuevan los restos del poeta granadino, esta vez "no presentarán alegaciones" contra la apertura de la fosa común, aseguró Laura García Lorca, sobrina nieta y portavoz de la familia del escritor.

El Departamento de Justicia de Andalucía publicó ayer en el Boletín Oficial la orden de exhumación de la fosa donde se cree que yacen el poeta, el maestro Dióscoro Galindo y los banderilleros Francisco Galadí y Joaquín Argollas, fusilados por el bando franquista durante la Guerra Civil (1936-1939).

De no presentarse ningún alegato, las labores de exhumación podrían comenzar en septiembre. La exhumación de la fosa común pretende identificar los restos del maestro Galindo y el banderillero Baladí, tal como lo han solicitado sus familiares.

El juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón autorizó hace un año la exhumación de la fosa común, en el marco de una investigación abierta para esclarecer la desaparición de más de 114 republicanos durante la guerra civil y la dictadura franquista, que consideró víctimas de "crímenes contra la humanidad".