Por ahora son sólo proyecciones no definidas de que los ingresos por publicidad y venta de derechos de televisación del fútbol local al extranjero derivará en utilidades destinadas, una vez que se entregue la mitad a la AFA, hacia el deporte olimpico.
Lo que no es proyección sino realidad es que al menos las arcas estatales deberán pagar 600 millones de pesos en un año a la AFA y de acuerdo a la reciente decisión administrativa 140, derivar parte de 301 millones a los costos de producción para la televisación de esos encuentros, que Aníbal Fernández imagina recuperar a través de la publicidad y derechos.
El deporte olímpico es deporte de Alto Rendimiento y según el Presupuesto Nacional 2009, al Desarrollo al Deporte de Alto Rendimiento el Estado destina 71.738.000 pesos. Esa cifra es menos del 12 por ciento de la base de 600 millones que recibirá el fútbol profesional, y del 24 por ciento que el fútbol superprofesional le debe a la AFIP.
Del listado de obras en el Cenard, el principal centro de alto rendimiento deportivo del país, donde acuden la mayoría de los deportistas con sueños de posibilidades olímpicas, surge un presupuesto de 13 millones de pesos, el 13 por ciento de sólo la primera cuota que recibió AFA por parte del Estado.
El objetivo del gobierno nacional con la movida millonaria era que la población pueda acceder a ver el fútbol gratuitamente. Ayer, Aníbal Fernández señaló que todo es para "fomentar el deporte olímpico". El tiempo dará la razón.
