Estados Unidos incurrirá en una deuda pública masiva cifrada en 9 billones de dólares en los próximos diez años si no se actúa para contener el gasto desbocado, de acuerdo con una actualización del presupuesto publicada ayer por la Casa Blanca.
Los nefastos pronósticos -que suman más de 2 billones de dólares adicionales a las previsiones anteriores a comienzos de año- se achacan a las medidas adoptadas para atajar la mayor recesión que azota el país desde la década de 1930. Pero aunque la próxima década sea dura para las arcas estatales, se espera que el récord deficitario alcanzado se reduzca ligeramente en 2009 al tiempo que la economía empieza estabilizarse. Más de 250.000 millones de dólares guardados para hacer frente al derrumbe de la industria financiera ya no hacen falta.
El déficit para el año fiscal 2009 alcanzará 1,58 billones de dólares - equivalente al 11,2% del rendimiento económico de EE.UU- y no los 1,84 billones anunciado a principios de año. La Oficina de Presupuesto del Congreso había pronosticado anteriormente un déficit de 7,1 billones de dólares para el mismo periodo. Obama ha sido objeto de duras críticas por parte de sectores conservadores por lo que consideran un gasto temerario.