Horacio Castellano, de la Comisión Nacional de Pastoral de Drogadependencia, dijo hoy que "la Iglesia promueve todo lo que dignifique la vida: no podemos auspiciar lo que favorece el consumo”, en referencia al fallo de la Corte Suprema que desincriminó el consumo de marihuana, si se hace en "pequeñas cantidades".

Para Castellanos, "no se habla de una despenalización (de la marihuana)" sino que lo que dice la Corte Suprema hace que los jueces no puedan tomar una medida con un adulto en situación privada, que son dos cosas diferentes”, observó.

De todas maneras, "promueve el consumo porque dice que no es malo, y para nosotros es malo de por sí, ya que al no penalizarlo, no permite tomar una medida curativa y lo deja librado” al azar, opinó Castellano.

"Nosotros entendemos a un consumidor como un enfermo, no como un delincuente; para nosotros el adicto es un nuevo pobre y merece la opción preferencial que la Iglesia adoptó con la pobreza: muy lejos de la discriminación y la exclusión", dijo el diácono, quien aclaró que "la Iglesia quiere recibirlos, acogerlos”.

Castellano participó del II Encuentro Nacional de la Pastoral Nacional de Drogadependencia, que se realizó en la Falda, Córdoba, entre los días 21 al 23 de agosto, en el marco del Programa Nacional de Acción Pastoral sobre Drogadependencia, de la Conferencia Episcopal Argentina, a donde asistieron 85 referentes de 35 diócesis.

Télam