Martes 25 de Agosto de 2009 Edicion impresa pag. 32 > Policiales y Judiciales
La riña fatal fue por un espacio para recibir visitas
Durante la pelea, otros internos habían intentado una fuga, que fue abortada.

ROCA (AR).- Un cruce de palabras por un espacio físico en medio del horario de visitas fue el desencadenante de la pelea que el domingo a la noche le costó la vida a un interno del Establecimiento de Ejecución Penal 2.

El trágico final y la intervención del personal penitenciario también sirvió para que otros reclusos intenten fugarse. Pero la maniobra fue advertida a tiempo y el plan abortado por los efectivos de seguridad.

Para las autoridades del penal, el crimen de Ariel Alejandro Cerda estaría prácticamente resuelto. El agresor, de unos 30 años, ya se encuentra alojado en una celda de aislamiento a la espera de la resolución que pueda tomar el juez de Instrucción Juan Torres. Los problemas entre la víctima y su agresor se habrían generado el mismo domingo, en el horario de visitas.

Los primeros datos que trascendieron indican que pasadas las 17, Cerda habría discutido con su atacante por los espacios que iban a ocupar cada uno de ellos. Para los reclusos, el horario de visitas es "sagrado" por lo que habrían decidido arreglar sus diferencias más tarde.

Fue así que cerca de las 20, retomaron la fatal discusión que concluyó cuando el supuesto autor del crimen, que sería de apellido Cofré, hirió de muerte a Cerda. Le habría dado un "puntazo" abajo de la axila izquierda.

La "faca" -de unos 20 centímetros- le perforó el pulmón y el deceso se produjo minutos después, cuando era trasladado al hospital. Ahora, se aguarda a que el juez de Instrucción Juan Torres, decida la situación del supuesto agresor y no se descarta que sea trasladado a otro centro de detenciones para evitar posibles venganzas.

Pero además mientras el personal de la policía y de la Brigada de Criminalística llevaban adelante las primeras averiguaciones, los internos del pabellón 3, aprovecharon para protagonizar otro intento de fuga.

Lo descubrió el personal del perímetro cuando los reclusos ya habían tirado los ganchos para ascender a la zona de techos y de esa manera llegar a los muros perimetrales. Esta vez no hubo disparos de postas de goma ya que los internos decidieron regresar a su celda cuando su plan quedó desarticlado.

Use la opción de su browser para imprimir o haga clic aquí