Anoche, el conductor viajaba desde Valle Medio al Alto Valle cerca de las 20, bajo una torrencial lluvia.

A una velocidad prudente y recomendada.

Donde los carteles viales indicaban "prohibido pasar al vehículo de adelante" pasaban a más de 120 kms/h, derrapando a veces por la gran cantidad de agua acumulada en el asfalto, más el agua que desparraban en los parabrisas de quienes eran pasados. Como estos, decenas.

Donde había un puente y hay que esperar para pasar al de adelante, lo pasaban. 

Donde las dos cintas amarrilas pintadas en el asfalto indican no adelantarse, lo hacían.

La noche estaba más que cerrada por la neblina y la lluvia.

Después ocurren los horrorosos y clásicos accidentes en la ruta 22 y la prensa y todos dicen "rutas trágicas". Las rutas no son trágicas. Los conductores que por ella transitan son homicidas, en general. 

Un lector acaba de preguntar qué hace la policía caminera. Y le pregunto: ¿Por qué necesitamos a la Policía caminera para hacer lo que tenemos qué hacer? NO. El control de nuestras actitudes no tiene que venir de arriba y del costado. Sino de nosotros mismos. 

TU OPINIÓN VALE Y MUCHO EN ESTE TEMA.