El germen primero de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) se encuentra en el año 2000, cuando se realizó la "Primera Cumbre Sudamericana de Presidentes" en Brasilia.
Entre el 31 de agosto y el 1 de septiembre de ese año Fernando Henrique Cardoso recibió a los mandatarios sudamericanos y comenzaron a construir la unidad del Cono Sur, con un fuerte mensaje de paz y cooperación, y un vínculo esencial con Mercosur.
Luego siguió la "Segunda Reunión de Presidentes de América del Sur", en Guayaquil, de los días 26 y 27 de julio de 2002, donde el mandatario ecuatoriano Gustavo Noboa recibió a sus pares del continente.
El 18 de diciembre de 2004 los presidentes de América del Sur volvieron a reunirse para trabajar en una unión regional y esta vez lo hicieron en Cuzco, en el sur de Perú.
Con el ex presidente Néstor Kirchner representando a Argentina, los jefes de Estado conformaron la "Comunidad Sudamericana de Naciones", que posteriormente fue evolucionando en la Cumbre de Brasilia del 30 de septiembre de 2005 y la Cumbre de Cochabamba, llevada a cabo el 9 de diciembre de 2006.
En esa oportunidad se creó en el marco de ese grupo una Comisión Estratégica de Reflexión, entidad que aportó las bases para el establecimiento definitivo de la unión.
Luego, el 17 de abril de 2007, los presidentes de la región mantuvieron una cumbre en la Isla Margarita (Venezuela), donde decidieron renombrar al nuevo grupo y allí nació el nombre de Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).
Pero la Unasur debió esperar para su formalización, que se produjo en la Reunión Extraordinaria de Jefes de Estado y de Gobierno en la ciudad de Brasilia, el 23 de mayo de 2008.
Entonces se suscribió su Tratado Constitutivo y se eligió a su primera presidenta pro tempore, la jefa de Estado chilena Michelle Bachelet.
El Tratado Constitutivo fue extenso y destacó "la historia compartida y solidaria de nuestras naciones, multiétnicas, plurilingües y multiculturales".
Propuso luchar por "la unidad de América Latina y el Caribe", en el marco del "desarrollo sostenible y el bienestar de nuestros pueblos, así como para contribuir a resolver los problemas que aún afectan a la región, como son la pobreza, la exclusión y la desigualdad social persistentes".
Incluyó en sus estatutos los logros de los procesos del Mercosur y la Comunidad Andina de Naciones (CAN), y dedicó un párrafo especial a "la plena vigencia de las instituciones democráticas y el respeto irrestricto de los derechos humanos".
Los mandatarios dispusieron que el Consejo de Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno de los países miembros es el órgano máximo de Unasur, que será presidida pro tempore por uno de ellos -en orden alfabético- por un año.
La reunión fundacional fue centrada en el nuevo organismo, que poco después, el 15 de septiembre de 2008, en Santiago de Chile, tuvo un debut concreto ante el conflicto desatado en Bolivia por protestas de opositores al presidente Evo Morales, de las regiones de Santa Cruz, Beni, Pando, Tarija y Chuquisaca.
Morales expresó en el cónclave que los disturbios de su país configuraban un intento de golpe de Estado, y Unasur respondió con un "decidido respaldo al gobierno constitucional, ratificado recientemente en un referéndum revocatorio".
El grupo condenó los ataques de opositores a instalaciones oficiales y creó una comisión -a cargo del jurista argentino Rodolfo Mattarollo- para investigar la "masacre de Pando", en la que sujetos armados asesinaron a 30 personas.
Luego, el 24 de septiembre de 2008 en Nueva York, los mandatarios de Unasur realizaron una reunión informal en el marco de la 63 Asamblea General de Naciones Unidas. Allí reafirmaron el apoyo a la democracia boliviana y la decisión de fortalecer a la joven unión.
La siguiente cumbre de presidentes de Unasur se produjo el 17 de diciembre en el complejo turístico brasileño Costa do Sauipe, en Salvador, Bahía; en el marco de otras tres cumbres regionales: del Grupo de Río, de la América Latina y el Caribe (CALC), y el Mercosur.
La profusión de cónclaves puso el acento en la profundización de la integración regional, en especial ante la crisis internacional, la condena al embargo de Estados Unidos a Cuba y la defensa de la democracia.
Unasur emitió un nuevo respaldo al gobierno y la estabilidad constitucional de Bolivia, oficializó la comisión investigadora, y creó a raíz de ese conflicto el Consejo Sudamericano de Defensa, dedicado a cooperación para el entrenamiento de las fuerzas armadas de la región.
El 18 de abril de 2009 los mandatarios de Unasur volvieron a reunirse, esta vez aprovechando la Quinta Cumbre de las Américas que se realizó en Trinidad y Tobago.
En esta ocasión el grupo resaltó por auspicioso encuentro con el presidente de Estados Unidos, Barak Obama, que para los mandatarios significó el comienzo de una nueva relación con ese país.
La siguiente cumbre fue la última, del 10 de agosto pasado en Quito, Ecuador, en ocasión de la reasunción del presidente Rafael Correa.
En esa reunión surgió el debate por las bases militares proyectadas por Estados Unidos para emplazar en Colombia, lo que generó una acalorada controversia, pacificada por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y su par brasileño Luiz Inácio Lula Da Silva.
Fue la mandataria argentina quien propuso otra cumbre extraordinaria de Unasur para tratar el asunto, iniciativa finalmente definida para el 28 de agosto en Bariloche.