Cientos de bomberos griegos, con ayuda aérea internacional, lograron contener este lunes el avance de los incendios que se acercaban peligrosamente a Atenas, amenazando tesoros de la antigüedad y obligando a muchos habitantes a abandonar sus casas.
"La situación está mejorando, ya no hay ningún frente activo importante en la región de Atenas", con la excepción del de Porto Germeno, en Beotia (60 km al oeste de la capital), anunció a última hora de la tarde el portavoz de los bomberos, Yannis Kapakis.
Los bomberos, que permanecen desplegados en toda la región, se enfrentan con frecuencia a pequeños focos que se reavivan, pero lo controlan rápidamente, declaró el servicio de bomberos por la noche. Con la llegada de la noche, cuando los ocho helicópteros que combatían las llamas en este frente habían cesado de actuar, las llamas ya no amenazaban zonas urbanas y el fuerte viento que había azotado durante toda la jornada había dejado de soplar, según los bomberos.
Las llamas tampoco avanzaban en Pikermi, más abajo del monte Pentélico, última barrera natural antes de llegar a los suburbios de Atenas. Durante la jornada el fuego rozó algunas viviendas sin que los habitantes cedieran al pánico, comprobó un periodista de la AFP.
Decenas de habitantes fueron reagrupados por la policía en el cementerio municipal, para dejar actuar a los aviones. "Mi marido está en casa y no nos dejan comunicarnos con él", lamentaba una mujer que agitaba una rama de higuera. También se logró controlar el fuego en la región de Agios Stefanos, al norte de la capital, donde hacía estragos desde el domingo.
Los bomberos frenaron el avance de las llamas en los suburbios atenienses de Nea Makri, Ekali y Daou Penteli, donde no se escatimó en medios para salvar el monasterio histórico de Pantocrator. Más de 500 bomberos con 132 vehículos y 300 soldados luchan contra los incendios que cercan Atenas.
Chipre también anunció el envío de 100 bomberos con seis vehículos que se unirán a los 42 hombres enviados el domingo, informó Kapakis. En respuesta a un llamamiento de Grecia, dos aviones italianos, cuatro franceses, uno turco y un helicóptero chipriota participan en las operaciones de extinción, ya sea en calidad de ayuda bilateral o en el marco del mecanismo europeo de protección civil.
Austria también anunció el envío para este martes de seis hidroaviones y helicópteros y España de otros dos aparatos. El ejército anunció que un millar de soldados fueron puestos a disposición de las autoridades para contribuir a la lucha contra el fuego.
La Protección Civil griega recurrió al servicio europeo SAFER de respuesta a las emergencias y a las catástrofes naturales para disponer de imágenes por satélite que le permitan seguir la evolución de la situación sobre el terreno y evaluar el alcance de los daños.
En un primer balance provisional, el ministerio de Medio Ambiente y de Trabajos Públicos, cifró en "unas 150" las viviendas dañadas por el fuego. EL martes, varios equipos realizarán un inventario exacto de los destrozos. Más de 15.000 hectáreas forestales han quedado calcinadas, según las autoridades regionales. El delegado del gobierno en Atenas, Yannis Sgouros, describió una "indescriptible catástrofe ecológica".
Atizados desde hace tres días por vientos de fuerza 7 en la escala de Beaufort (de 50 a 60 km/h), estos incendios se perfilan como los peores desde los de agosto de 2007, que causaron 77 muertos y asolaron 250.000 hectáreas. Numerosos habitantes y responsables locales denunciaron este lunes en los diferentes canales de televisión que la actuación de los equipos de socorro había sido tardía y mal coordinada. En provincias preocupaba un frente activo cerca de Karistos, en el sur de la isla de Eubea (noreste de Atenas), donde -según los bomberos- las llamas no dan tregua desde el sábado.
AFP