NEUQUÉN (AN).- El grupo de requisa de la Unidad 11 desbarató un nuevo intento de fuga. Es el segundo en un mes en el que también se registraron los intentos de suicidio de dos presos a quienes la justicia no había hecho lugar a su reclamo de traslado y la quema de un pabellón.
El personal de la unidad penitenciaria encontró en el Pabellón 1 los barrotes seccionados en una ventana y en la malla que la cubría.
Allí permanecen unos 20 detenidos.
Este diario pudo saber que el boquete que quedó, de unos 30 centímetros por 40, había sido disimulado "con una pasta" del mismo color que la rejas.
Así intentaban esconder el corte en dos hierros que cruzaban la abertura para que no fuera detectado por el personal de seguridad.
En el pabellón en cuestión, el 1, se encontraba uno de los internos con el que los efectivos de la unidad tienen mayores preocupaciones.
Se trata de Fredy Fuentevilla, militante político chileno, al que en su país, junto a otro prisionero chileno que está en la Unidad 11, Marcelo Villarroel Sepúlveda, acusan por el crimen de un carabinero.
Están detenidos en esta provincia, luego de un incidente con armas en San Martín de los Andes.
Fuentevilla también permanecía en otro pabellón donde el 10 de agosto pasado unos 20 internos había intentado fugarse tras limar unos barrotes del lugar, algo que también fue detectado por los efectivos de la unidad.
Más requisas
Según informó la policía neuquina ayer estaba previsto realizar una serie de requisas en los pabellones para encontrar las herramientas con las que presumiblemente se habrían cortado los barrotes de hierro en el intento del sábado por la noche.
También el sábado los efectivos de la unidad de detención secuestraron un celular en el Pabellón 4.
No se pudo saber si este hallazgo está vinculado al intento de fuga.
Los internos de la Unidad 11 estuvieron particularmente activos durante agosto.
Al intento desactivado en el pabellón 5 a principios de mes, se suma el intento de suicidio de los dos efectivos que pedían ser trasladados, el jueves en la tarde noche.
A este se suma también la quema del pabellón de buena conducta, donde 13 internos quemaron toda esa instalación.
En esta seguidilla, el cuarto episodio es el desactivado el sábado por la noche.