NEUQUÉN (AN).- Robo en un barrio neuquino. Se llevan todo lo que pueden, incluso el celular con cámara de la dueña de casa, debilidad de época. Mismo barrio, dos días después: otro robo. Fuga desprolija: el autor pierde el teléfono, cargado ya con nuevas fotos.
"Era un nene, posando con armas: cortas, largas, medianas... Un arsenal. Sonreía y posaba como si fuera el subcomandante Marcos. Hicimos 14 allanamientos y no dimos con ninguna de esas armas", cuenta la fiscal de Delitos Juveniles de Neuquén, María Dolores Finochietti.
El chico de las fotos con poses de Facebook y armas de guerra ya no está. Murió a los 16. Antes había asesinado a otro adolescente. Para algunos su muerte fue un suicidio, pero no apareció el arma. Para otros fue un homicidio, pero no se encontró al autor. El caso sintetiza buena parte de las preocupaciones de Finochietti, quien acaba de ganar el concurso para fiscal de Cámara.
"La cantidad de delitos en los lo que interviene la justicia penal juvenil se mantiene más o menos estable, pero cada vez hay más bandas de chicos que se enfrentan con armas de fuego y se matan entre sí", afirmó Finochietti en una entrevista con "Río Negro".
-¿Cuántos casos con muertes tienen registrados?
-Desde julio hasta la fecha son cuatro, y son casos de chicos que se arman en bandas enfrentadas que se matan entre ellos.
La fiscal no cree que una baja en la edad de imputabilidad pueda transformarse en una solución al problema de los chicos que cometen delitos.
"La solución más barata para un problema es hacer una ley. Todas las leyes Blumberg ¿en qué cambiaron la inseguridad? En nada. Lo mismo que con la baja de la edad imputabilidad", dijo Finochietti.
-¿Qué hay que hacer?
-Hacen falta políticas serias, constantes, consecuentes y que contengan planes de corto, largo y mediano plazo. En este momento tenemos chicos presos, cosa que no está permitida para los adultos. Entonces los tenemos presos porque cometieron un hecho delictivo, en hogares, que son en realidad lugares de internación cerrados y sin procesos y sin garantías porque los jueces de menores los internan en una supuesta medida de protección, lo cual es una mentira. Si estas falacias se van a transparentar y vamos a dictar una ley que permita que los chicos tengan garantías desde una edad mucho más temprana, y que si no le corresponde ir preso a un adulto menos a un menor . Sepamos que esto no nos va a solucionar los problemas de inseguridad -respondió.
-¿Cómo se soluciona?
-El tema de seguridad de soluciona paliando los problemas sociales, incluyendo a los chicos en escuelas de doble jornada, ocupación de tiempo libre, brindando actividades sanas, que los chicos tengan dónde hacer cosas que los motivan y que les gustan. Si enseñamos ballet gratis puede que sean pocos los chicos que vayan, pero si les enseño a tocar el bongó o la guitarra, seguro que se van a enganchar un poco más. Hay infinidad de políticas sociales que requieren ser abordadas para lograr una mayor inclusión. El gran problema que tenemos hoy es la marginalidad. Los chicos que delinquen son marginales y lo han sido desde muy temprano. De la escuela, de la familia, de los distintos ámbitos de socialización, después viene el tema de la droga que va agravando el problema de la marginalidad. Esto no se soluciona con una ley.
-¿Qué porcentaje de chicos que delinquen tienen relación con las drogas?
-Yo diría que el 90 por ciento, con distintas drogas y con distintos niveles. Puede ser el pegamento, las pastillas o el alcohol, la marihuana o pastillas y alcohol. Para algunos es consumo, para otros es abuso y para el resto adicción.
-¿Cuáles son las fallas? ¿Faltan fondos?
-Yo no creo que haya políticas sociales serias de corto, mediano y largo plazo. Creo que hay parches y de repente hay algo que funciona bien por puro voluntarismo de quienes componen un determinado equipo, pero lo vocacional no sirve porque la persona se cansa, se va y el programa se cae. Entonces lo que hay que generar son políticas, organización, sistemas, coherentes que no se superpongan. A los chicos hay que mostrarles un proyecto de vida que no incluye la transgresión. Esto es difícil porque ellos no tienen un proyecto de vida, tampoco sus hermanos ni sus padres... Entonces trabajar con este chico, significa trabajar con todo el entorno. Esto no quiere decir que no se pueda: teníamos el caso de un chico que no venía bien y partir de que su mamá le dice que quiere terminar la escuela primaria con él, se produjo un cambio notable. La mamá pasó a ser la mejor alumna y el chico tuvo un motivo para admirarla.