SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- El intendente Marcelo Cascón flexibilizó la exigencia de desalojo y abrió el diálogo con los ocupantes de las tierras del IPPV que reafirmaron su decisión de quedarse en el lugar y le reclamaron el inicio de gestiones para regularizar su situación.
El encuentro se llevó a cabo el viernes a última hora, en la sala de situación del municipio, y contó con la participación de funcionarios del Instituto Municipal de Tierras y Viviendas, los concejales Daniel Pardo (PPR) y Darío Duch (ARI) que se comprometieron a concurrir hoy a la toma para acompañar al mandatario en la ronda de diálogos.
El ocupante César Guineo relató a "Río Negro" que "Cascón se comprometió a averiguar en el IPPV el estado de estas tierras, él desconocía la organización de los lotes y la apertura de calles que hicimos y la organización que logramos entre las familias".
La copiosa precipitación de lluvia y nieve de las últimas jornadas desalentó el avance de nuevos ocupantes sobre las 35 hectáreas que adquirió el municipio, linderas con las tierras del IPPV pero, en contrapartida, consolidó la instalación de casillas en el baldío del ex Covigast que ya fue subdividido en unos 40 terrenos de 300 metros cuadrados para albergar a las familias que iniciaron la toma.
Cascón condicionó su presencia en la asamblea de ocupantes a las obligaciones de su agenda para la jornada, pero en cambio comprometió la presencia de asistentes sociales para iniciar un censo de las familias y sus necesidades a partir de mañana.
El viernes también se conoció la decisión del fiscal Eduardo Fernández de iniciar acción penal por el delito de "usurpación" contra las personas instaladas en los terrenos baldíos del ex Covigast, que la policía no pudo identificar hasta el momento.
El miércoles Fernández recorrió la toma acompañado por agentes policiales y reclamó el listado de familias que integran la toma pero se retiró sin poder acceder a esa información.
Los ocupantes se enteraron de la acusación fiscal, que recayó en el juzgado de instrucción 4, durante el encuentro con el intendente y no ocultaron su indignación por lo que consideraron un "exceso" de la Justicia.
"No es una usurpación"
"Esto no es una usurpación, nosotros agarramos un terreno que estaba baldío desde hace 10 años y no rompimos nada para entrar porque no había alambrado ni carteles, esta era una tierra abandonada y nosotros no hicimos ningún delito al meternos", aseguró Guineo, en pleno acuerdo con el resto de los ocupantes que compartían en calor de la salamandra instalada en una de las 6 casillas levantadas junto al pinar.
"Nosotros arreglamos con los vecinos del barrio Newenche y acordamos el espacio que íbamos a ocupar, se hablo con todos para no entrar en peleas y todos entendieron nuestra situación", destacó Gustavo Lucero.
La ocupación comenzó en los últimos días de julio con la llegada de tres familias que comenzaron a reconocer la parcela fiscal y se consolidó el domingo 2 de agosto con el asentamiento de otras 20 personas que anunciaron su decisión de permanecer en el lugar.
En los días posteriores se sumaron otras tantas familias que conformaron la lista de 43 aspirantes a los lotes demarcados y se anotaron otras 12 en espera de un lugar. La mayoría provienen de la barda del Ñireco y quedaron fuera de las soluciones previstas para ese sector de riesgo.