Sábado 22 de Agosto de 2009 > Cultura y Espectaculos
Un pueblo llamado "Bicherío"
Tabré, también creador de "Diógenes y el Linyera", definió a su tira como "el reflejo de la dura vida de un montón de insectos en una vida de historieta". Acaba de ser publicada en forma de libro pero no cambió su esencia.

Una de las series del dibujante Tabaré, que acaba de ser publicada en un libro con el título de "Bicherío", da cuenta de una colmena barrial que parodia el devenir diario y ejemplifica, también, una trayectoria donde campean personajes emblemáticos de la historieta.

El autor de "Bicherio" define a la tira recién editada por Colihue como "el reflejo de la dura vida de un montón de insectos en una vida de historieta". Nacido en Uruguay en 1948 como Tabaré Gómez Laborde, afincado en Buenos Aires desde los años 70, el dibujante trabaja sobre vida cotidiana, sexo y fútbol: "Temas con los que convivo diariamente, porque me gustan. Trato de no tocar temas donde no me siento cómodo y que desconozco".

Respecto al pase de "Bicherío -de tira suelta en la revista Humi a la serie de libros apaisados con adaptación de Sanyú- sostiene: "No cambió su esencia, sólo el diseño gráfico aunque creo que al pasar de historieta a libro perdió mucho ritmo".

Refiriéndose a sus tiras más festejadas como "Diógenes y el Linyera", "El cacique Pajabrava" y "Vida interior", apunta: "Creo que son las historietas que más me divertía hacer y me gustaba dibujar, acompañadas por el 'Romancero del Eustaquio' y de 'Historias de No Contar'".

Es en las últimas décadas que los tiras cómicas en Latinoamérica reflejan la vida en la calle, la indulgencia, la precariedad. Esa desolación de la ciudad moderna está también en "Diógenes y el Linyera": "Muestro lo que veo todos los días en la calle, en el vecino, en el barrio, sobre todo en una gran ciudad como Buenos Aires. Mucha indiferencia e individualismo, inseguridad, desconfianza, egoísmo".

La historieta de Diógenes apareció en 1977 en la contratapa del diario Clarín y hoy se mantiene. Fue creada por Jorge Abrevaya y Jorge Guinzburg, quienes la guionaron hasta 1993, luego el texto estuvo a cargo de Héctor García Blanco de 1996 a 2006; cuando se hace cargo Tabaré del dibujo y el guión.

El personaje marginal, una especie de antihéroe del arrabal, es definido así por Tabaré: "Es un tipo que prefirió esa vida y no la vida formal y rutinaria del hombre común. Ahora, si la pasa bien o mal eso no lo sé, es un tipo poco comunicativo".

El compañero del Linyera, el perro Diógenes, hace las veces de conciencia en medio del absurdo, siempre con un remate sarcástico. Para el dibujante: "Diógenes con el tiempo se transformó en un perro racional y pensante gracias al frío y el hambre que le hace pasar el linyera".

Los inicios de Tabaré -que alguna vez soñó con ser jugador de fútbol- están en revistas emblemáticas del humor argentino como Humor y Satiricón. También publicó en Sexhumor, Chaupinela, Fierro, Eroticón y revistas de Francia, Italia, Noruega y España.

"Tanto la revista Humor como Satiricón, cambiaron el humor gráfico en Argentina", dice y en alusión a que hoy no abunda ese tipo de publicaciones, Tabaré es contundente: "Eso de que el mercado de revistas de humor o historietas en la Argentina está liquidado, me lo pronosticó el 'negro' Fontanarrosa hace unos 15 años, y lo escuché incrédulo pero tenía razón".

El nombre de Tabaré -en lengua tupí significa "hombre de aldea"- le calza como anillo al dedo a este dibujante con la marca del barrio y motivos de pueblo chico, como el infaltable boliche presente en la ficción ("Historias de no contar") y en la realidad.

El humorista abrió su propio bar en su natal Ciudad de la Paz y lo bautizó con una muletilla barrial: "Qué no ni no". Duró 16 años. "Desde chico iba al boliche del barrio con mi viejo, donde había barajas, billar, bochas y nada más, no era un club. Esas eran las actividades del clásico boliche de pueblo. Y me nutrí para hacer 'Historias de No Contar' de mis propias vivencias", desliza.

Enfrascado en Turdera, localidad del suburbano bonaerense, el corazón de Tabaré tiene un pie en Uruguay, donde late al compás futbolero de su cuadro: Nacional. Allí participó en un extenso mural callejero sobre temas de tango, en la Ciudad de Pan de Azúcar, Maldonado".

También en Uruguay el grupo Imágenes puso en movimiento a sus personajes para una serie de cincuenta cortos cinematográficos titulada "Tabaré se mueve". Profesor Honorífico de Humor Gráfico de la Universidad de Alcalá de Henares, Madrid, Tabaré obtuvo la Mención de Honor en el Festival Internacional de Humor Gráfico "Fano Funny", de Italia y el Premio "Morosoli" de la Fundación Lolita Rubial de Uruguay, por su trayectoria.

Télam

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