Sábado 22 de Agosto de 2009 Edicion impresa pag. 16 > Regionales
Afecto popular en el último adiós a Icare
Ante una lluvia torrencial, decenas de barilochenses participaron de la despedida al ex intendente.

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Con escenas de profundo dolor, una multitud de barilochenses acompañó ayer a los familiares y amigos del ex intendente Alberto Icare en el entierro de sus restos, que se cumplió momentos antes del mediodía en el cementerio privado Valle del Descanso.

La caravana de unos 70 vehículos -incluidos varios taxis y cuatro ómnibus especialmente alistados- partió a las 10.40 del Centro Cívico, donde tuvo lugar el velatorio desde la tarde del jueves.

Una lluvia torrencial y la temperatura apenas sobre cero no desanimaron a las casi 300 personas que participaron de la despedida popular a quien fue electo tres veces sucesivas para gobernar la ciudad y debió renunciar por problemas de salud antes de iniciar su último mandato.

Mucha más gente pasó por la sala de Prensa de la intendencia desde el jueves, cuando comenzó la ceremonia fúnebre.

Allí abundaron las lágrimas, las oraciones en silencio y las continuas las expresiones de reconocimiento al líder político y también al hijo querido de Bariloche, donde muchos lo recuerdan por su talento futbolero y también por la tarea social que desarrolló desde la Cooperativa de Electricidad.

Icare tenía 64 años, padecía diabetes crónica y falleció el jueves a la madrugada, afectado por un cuadro de hipoglucemia que derivó en un fallo cardíaco.

El lento cortejo dejó el centro de la ciudad, subió por la calle Onelli y tomó luego por la ruta Juan Herman hasta el ingreso al cementerio. En la zona alta de la ciudad por momentos las gotas de lluvia se espesaban para convertirse en agua nieve.

A lo largo del recorrido también hubo manifestaciones de calor popular. En la escuela de arte La Llave, el ingreso a El Pilar y hasta en el vertedero municipal, pequeños grupos de vecinos desafiaron la lluvia para aplaudir a Icare desde la banquina.

Al llegar al cementerio la lluvia pareció arreciar todavía más y resultó insuficiente el toldo colocado en torno de la tumba.

Los hijos de Icare escucharon desolados las últimas palabras, que quedaron a cargo de su amigo personal y ex secretario de Gobierno, Adolfo Fourés.

Abrumado por la emoción, Fourés recordó como una virtud "la terquedad" de Icare.

"Lo que se proponía lo lograba y era un ganador que no ganaba por suerte, sino porque se rompía el lomo", sostuvo.

Luego recitó unos versos de Almafuerte y despidió a "Beto" con una conmovida invocación: "Como que hay cielo te vamos a encontrar otra vez para jugar a la pelota y para volver a abrazarte".

Una mujer, en forma espontánea, entonó luego una estrofa de la zamba "La Nochera", en recuerdo de la pasión que sentía Icare por el folclore.

Entre los asistentes abundaron los vecinos humildes y los referentes barriales que tuvieron trato entrañable con el ex intendente.

No participó en cambio ningún funcionario del actual gobierno municipal y el único concejal presente fue Alfredo Martín (Frente Grande).

Antes del entierro el ataúd fue cubierto por una bandera elaborada por vecinos del barrio Dos de Abril y sobre ella muchos de los familiares y amigos depositaron claveles rojos en simbólico adiós.

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