Las cuentas públicas registraron en julio un superávit primario -previo al pago de intereses- de 765,5 millones pesos, lo que implica una baja de 80,9 % frente al mismo mes del año pasado, anunció el ministro de Economía, Amado Boudou.

El indicador explicó por qué el gobierno salió a anunciar el canje voluntario de 9.000 millones de bonos ajustados por la inflación (ver página 2). Lo hace porque cada vez es menor la cantidad de fondos con los que cuenta la gestión de Cristina Kirchner -menos superávit- y es necesario refinanciar para encontrar el oxígeno necesario que permite cerrar los números.

En tanto, el resultado financiero mostró un déficit de 571,2 millones de pesos con respecto a julio de 2009.

Boudou remarcó la "importancia" de mantener un saldo positivo en cuanto a superávit primario en medio de la crisis financiera internacional. Boudou informó el balance de las cuentas públicas junto al secretario de Hacienda, Juan Carlos Pezoa.

El ministro justificó un menor nivel de superávit por aumento en los gastos "en una decisión del gobierno de sostener políticas que aumentan erogaciones buscando efectos anticíclicos".

Además afirmó que "el peor trimestre fue el que pasó y estamos empezando a ver una aceleración" de la actividad económica que repercutirá en forma favorable en los próximos meses.

Para lograr el superávit mensual de 765,5 millones de pesos, el Tesoro Nacional aportó 728 millones, que resultan de las ganancias que derivan de la colocación de reservas.

A su vez, la planilla presentada por la Secretaría de Hacienda muestra que las empresas públicas tuvieron un déficit general de 465 millones de pesos.

Con el resultado anunciado, en siete meses el superávit primario alcanzó a 7.933 millones de pesos, un 67 % menos que en julio de 2008 cuando había sido de 24.331 millones de pesos.