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Guerra de carteles cerró la campaña | ||
NEUQUÉN (AN).- Una cosa fueron las imágenes de los candidatos que se veían por televisión, con una sonrisa limpiando carteleras y blanqueando paredones, y otra la realidad de los afiches, arrancados o destruidos, o con los rostros pintarrajeados en los ojos, la boca, con bigotes o anteojos y, más aún, con leyendas insultantes. Siempre en las campañas políticas ocurren estas agresiones, pero esta vez alcanzaron una virulencia mayor. A tal punto que los de Une emitieron un comunicado y acompañaron la información a los medios periodísticos con fotos que sostenían la denuncia, acusando al MPN de haber destruido sus carteles y pintadas. A lo largo de los dos meses de pegatinas ya se observaba la clásica estrategia de unos partidos de ir detrás del otro encimando sus propios afiches. Si no lo hacían la misma noche -momento preferido para las pegatinas, aunque en esta ocasión también se los observó durante el día-, indefectiblemente a la siguiente lo concretaban. Une acusó al MPN, pero referentes de otros partidos de los que mayor inversión hicieron en propaganda, acusaron -pero no formalmente- a otros partidos más chicos de hacer pegatinas sobre espacios ya ocupados. Al menos dos coincidieron en acusar a Libres del Sur con apelar a esta estrategia de pegar afiches de su candidata sobre el de los otros. Cabe señalar que la candidata de Libres del Sur asumió la responsabilidad de que sus colaboradores habían enchastrado un lugar público en pleno microcentro. Y procedió a limpiarlo. El malestar de los afectados tiene fundamento no sólo en la agresión que significa que le destruyan o anulen un cartel, sino que le restan promoción a su candidato y reaccionan porque han pagado para usar ese espacio. Quienes hoy llenan la ciudad con sus rostros sonrientes y los que están en las bancas de Deliberante, son quienes tienen la posibilidad de legislar para frenar este tipo desbordes de las campañas. | ||
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