Una marcha de protesta contra la polémica Ley de Educación fue disuelta hoy con gases lacrimógenos por la policía en la capital venezolana, mientras que otra manifestación a favor llegó sin inconvenientes para expresar su apoyo hasta la Asamblea Nacional (Congreso).
La masiva manifestación opositora fue contenida en la céntrica avenida Libertador, donde fue desplegado un cordón de seguridad, con las autoridades acusando a los manifestantes de tratar de superar la barrera. La policía utilizó gases, balas de goma y camiones con cañones de agua para dispersar la protesta, que se mantuvo firme luego de tres andanadas de bombas lacrimógenas que pretendían disolverla.
Mientras la policía arremetía contra los opositores a la ley, una colorida concentración expresaba su apoyo a la ley a pocos metros de la Asamblea Nacional sin incidentes y con la presencia de la presidenta del Poder Legislativo, Cilia Flores.
La diputada recibió un documento de apoyo que fue entregado por representantes del Partido Socialista Unidos de Venezuela (PSUV) con el grito de "patria, socialismo o muerte". "Este pueblo rechaza la violencia porque representa el poder popular. Rechazamos el intento de violencia del sector oposicionista que como no tiene argumentos para rebatir la ley promueve la violencia. Esta es una ley liberadora que amplía los derechos y la participación del pueblo. Ellos buscan desestabilizar la revolución bolivariana, los opositores no volverán", dijo Flores.
A su vez, el viceministro del Interior, Juan Romero, acusó a los manifestantes de la oposición de intentar superar la barrera, lo que provocó la reacción de los agentes con los gases. "Un grupo de estudiantes de la alcaldía metropolitana que no quiere entender que hay que respetar las leyes, pretendió romper la barrera y atacaron a los efectivos con piedras y botellas", afirmó.
El diputado opositor Juan José Molina rechazó la versión oficial como una "mentira", pues "nadie intentó traspasar la barrera". "Eso es mentira, es una cobardía del gobierno. Nosotros vamos a seguir protestando, la protesta es un recurso de la democracia", señaló.
La oposición marchó en protesta de una ley que considera fue promulgada para idelogizar a los estudiantes en el socialismo. La manifestación transcurrió en paz hasta el punto de llegada, en la céntrica avenida Libertador, donde se levantó una barrera de seguridad con varios cientos de de agentes, que dispararon los gases cuando aparentemente algunos trataron de superar el cordón.
La masiva protesta se replegó a unos metros de la barrera, pero muchos manifestantes, en su mayoría estudiantes universitarios, se mantuvieron ondeando sus pancartas y con sus manos levantadas, reclamando el derecho de protesta.
La marcha partió desde el municipio residencial de Chacao y varios miles de personas caminaron sin incidentes hasta la avenida Libertador, que fue el punto de llegada autorizado por el gobierno. Mientras la oposición fue limitada a marchar hasta una avenida alejada de la Asamblea Nacional, punto de llegada que pidió al principio, el oficialismo fue autorizado para concentrarse a unos metros de la sede legislativa.
La manifestación opositora fue seguida de cerca por 2.500 agentes de la policía y brigadas de la Guardia Nacional (policía militarizada) hasta el punto de llegada en la avenida Libertador, a varias cuadras de distancia del Congreso.
Los organizadores de la marcha protestaron la decisión del gobierno de no autorizar la manifestación hasta la Asamblea Nacional, aunque al final aceptaron que la protesta llegara hasta la avenida Libertador, al tiempo que rechazaron las denuncias de autoridades de que se promoverían acciones violentas.
Por su lado, el oficialismo se concentró a unos pocos metros de la cámara legislativa y sus partidarios celebraron la promulgación de la ley, vestidos con sus camisetas rojas y pancartas de admiración por el presidente Hugo Chávez y del apoyo al socialismo.
Los simpatizantes del mandatario dijeron que la ley permitirá la democratización de la educación y ayudará en los cambios que impulsa la revolución bolivariana. Mientras, la oposición ondeó banderas venezolanas y pancartas contra la ley que advertían que el control del gobierno en las escuelas busca ideologizar a los estudiantes en el sistema socialista.
"Educar, no domesticar" y "Libertad", decían las pancartas. A la manifestación se sumaron gremios de educadores, estudiantes universitarios, partidos políticos con sus banderas y periodistas, que alertan sobre las limitaciones que impondrá la nueva legislación al derecho de expresión libre.
Chávez promulgó la ley inmediatamente después del aval legislativo, lo que aumentó las protestas de quienes la rechazan y llaman a desconocerla.
La oposición y estudiantes universitarios advirtieron que llamarán a desacatar la ley, ante el temor de que no puedan escoger sus carreras profesionales, mientras que la convocatoria de una consulta popular para derogarla comenzó a perder fuerza como objetivo de los sectores opositores. La Iglesia Católica rechaza la ley, afirmando que prohíbe la educación religiosa.
DPA