WASHINGTON (AP/AFP).- Los estadounidenses, preocupados por el futuro de la reforma del sistema de salud y ansiosos por el aumento del déficit fiscal, están perdiendo fe en el presidente Barack Obama, dice un sondeo.
La encuesta de The Washington Post-ABC News encontró que menos de la mitad de los norteamericanos, el 49%, dicen que creen que el presidente va a tomar las decisiones apropiadas para el país. Eso es una caída comparado con el 60% registrado a los 100 días de la presidencia de Obama.
El sondeo publicado el viernes dice que la aprobación general de Obama es de 57%, 12 puntos menos que cuando estaba en su punto más alto, en abril. Cincuenta y tres por ciento desaprueban la forma en que está manejando el déficit y su aprobación en el tema de la reforma de salud sigue cayendo.
El sondeo nacional fue realizado del 13 al 17 de agosto y tiene un margen de error de 3 puntos porcentuales.
La caída de la popularidad de Obama llega en medio de una profunda división en Estados Unidos por su intención de extender la cobertura médica a 50 millones de personas, en su mayoría pobres, que carecen de ella, y disminuir los costos del sistema.
Legisladores demócratas fueron abucheados por opositores de la reforma cuando explicaban el plan en sus distritos. Desconocidos pintaron una cruz esvástica en la oficina de un diputado demócrata. Críticos de la iniciativa se manifestaron armados y con carteles que mostraban a Obama como el líder nazi Adolf Hitler.
En busca de encauzar el debate, el presidente defendió ayer su plan ante un periodista radial conservador y al grueso de sus seguidores más progresistas, y tuvo que rechazar la queja de un partidario de que estaba "cediendo un poquito" ante las críticas. Además, horas después, líderes demócratas del Congreso amenazaron con una rebelión porque el presidente se negó a decir que cualquier ley de reforma que se apruebe deberá contemplar la opción de una cobertura médica estatal.
Asimismo, la oposición republicana continuó con su casi unánime oposición al proyecto.
Obama dijo en su reunión con el periodista que la razón prevalecerá y pidió que no cundiera el pánico. "Se lo garantizo, vamos a aprobar la reforma de Salud", dijo. Obama insistió en que quiere una ley también aceptable para los republicanos, que dicen que la reforma costará demasiada plata a un Estado con un déficit ya exorbitante y llevará a la quiebra de prestadoras privadas que no podrán competir con la opción pública. Líderes demócratas del Congreso dicen en privado que se preparan a sacar adelante la ley ellos solos, sin el apoyo republicano.