El fútbol K está en marcha, pero las críticas recién empiezan. Dirigentes de la oposición y de organismos de derechos humanos expresaron su disgusto con la comparación que realizó Cristina Kirchner entre la televisación privada del fútbol y los desaparecidos por la dictadura.
La presidenta hizo mención al "secuestro de los goles" por parte de productora televisiva que tenía todos los derechos y lo comparó con quienes "antes secuestraron y desaparecieron a 30 mil argentinos".
De inmediato aparecieron las críticas y ayer se multiplicaron. Adolfo Pérez Esquivel juzgó como una "barbaridad" y un "absurdo" el paralelo trazado por la presidenta e instó a la mandataria a "hablar menos y hacer más".
El premio Nobel de la Paz criticó, además, el acuerdo entre el Gobierno y la AFA, y sostuvo que "destinar 600 millones de pesos cuando hay gente que se muere de hambre en el país, que vive en la total y absoluta indigencia, es una ofensa al pueblo".
En igual sentido se pronunció el diputado por el Acuerdo Cívico y Social, Ricardo Alfonsín: "Banaliza la dictadura, el terrorismo de Estado y la democracia", dijo y advirtió que "con la misma coherencia demagógica intenta hacernos creer que el contrato con la AFA es algo así como una revolucionaria toma de la Bastilla".
El presidente de la Comisión Provincial por la Memoria, Hugo Cañón, juzgó como "una enormidad muy desafortunada" la equiparación de la presidenta.
"Me parece que devaluar un tema tan grave y profundo como el terrorismo de Estado comparándolo con el fútbol hace mucho daño a la memoria histórica", agregó el fiscal federal que acusó a los represores que actuaron en el Quinto Cuerpo de Ejército, con sede en Bahía Blanca.
También fue categórico el constitucionalista y diputado electo del ACyS, Ricardo Gil Lavedra, quien consideró la comparación como una "torpeza inigualable y desgraciada. Así se banaliza la cuestión de los secuestrados". Además, comentó que "el Estado, en el marco de una verdadera crisis acuciante, no puede seguir malgastando el dinero público"
Y Adriana Calvo, referente de la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos (AEDD), se consideró "agredida" y, en cambio, opinó que "el pan y el hambre sí están secuestrados en este país".