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OPINIÓN: Ahí donde está la gente | ||
La historia hablará de los más y los menos que tuvo la gestión de Alberto Icare como intendente de la linda Bariloche. Vale aspirar a que esa tarea compute que en ese oscilar entre aciertos y errores siempre hubo un hombre con inmensa vocación de servicio. Un ser sin desmayos a la hora de trabajar a favor de la sociedad que amó. Ese espacio que tanto extrañó en noches de pensión porteña adonde siendo adolescente había llegado para probarse en River. En esa entrega por su Bariloche Alberto Icare demostró cabalmente en tiempos complejos para probarlo que la política y lo humano pueden marchar juntos. Sin mezquindades. Sin degradaciones. Poco o nada importa aquí si Alberto Icare hizo política coqueteando entre radicales y peronistas y en esas idas y vueltas irritó a unos y otros. Importa que siempre fue leal a no perder de vista lo humano. Alberto Icare fue un hombre de pensamiento sencillo. Y así fue su vida. No vio la política como construcción compleja. La sintió y practicó como un hacer permanente. Hacer ahí donde está la gente, que es la que le otorga sentido a la política.
CARLOS TORRENGO | ||
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