Viernes 21 de Agosto de 2009 Edicion impresa pag. 9 > Regionales
"Al gobernador le pareció bien"

La declaración testimonial de Nogués fue recibida el 15 de abril de 2008, y deja ver con meridiana claridad que a fines de febrero de 2005, cuando él se hace cargo de la gerencia de la sucursal Buenos Aires del BPN, estaba resuelto acabar con Temux, lo que suponía hacer la denuncia penal del fraude y el cierre de las cuentas de las firmas que integraban el grupo. Por el contrario, la declaración indagatoria del entonces todopoderoso representante del ministro de Hacienda y Finanzas Claudio Silvestrini, gerente general y director ejecutivo Juan Pablo Bugner, del 13 de febrero de 2009, evidenciaba que el gobierno estaba dispuesto a un arreglo, consistente en financiarle a la empresa el pago de su deuda. Al fin y al cabo, si Temux había elegido a un provinciano banco estatal por algo era.

Bugner fue clarísimo. De su declaración surge que si bien los medios elegidos para reducir la deuda de Temux eran cuestionables, existía un fin que los justificaba. Preguntado sobre una reunión del directorio del BPN con el gobernador Sobisch y el ministro Silvestrini, dijo: "que le reunión esa fue el 27 ó 28 de diciembre (de 2004) por la tarde, el contador Racco informó de la situación de esta firma, del descubierto al que habían llegado, se informó que se había hecho la operación de Lebac para poder lograr un mejor recupero y se decidió ahí buscar la regularización de la cuenta y no el cierre, porque los antecedentes ameritaban que la firma iba a tener la capacidad de pago suficiente".

La pregunta siguiente fue "quién tomó esa decisión", y contestó: "que estaba el directorio en pleno, no recuerdo si fui yo o Racco, que entendíamos que había que encarar por ese camino, al gobernador le pareció bien, le estábamos informando, pero la decisión era del directorio".

Bugner fue, hasta donde pudo, cuidadoso en el propósito de no responsabilizar al gobernador. Su declaración trasunta el deseo de mostrar que la reunión con Sobisch tuvo un carácter informal, como el de un encuentro para tomar el té. Se charló de asuntos triviales, y en medio de la conversación alguien -Racco o él- le comentaron al gobernador la decisión que habían tomado para ayudar a Temux a que superara sus dificultades. Y el mandatario, con un aire distraído contestó "ah sí; qué bien". Eso contestó quien era el patrón del banco, el mismo que tiempo después, refiriéndose a los prestamos del Iadep -también, como el banco, un ente autárquico- había declarado: "yo doy los créditos, y si son para los amigos mejor".

Lo que pasó fue que posteriormente, y por razones que permanecen en el misterio, los muchachos de Temux dejaron de ser amigos.

Hasta donde uno sabe, ni el juez Marcelo Muñoz ni el fiscal Pablo Vignaroli se han interesado en investigar esas razones. Tampoco hay señales de que se hayan interesado en hacerlo el abogado del banco en la causa, ni los defensores de los imputados. A ese fin habría que situar a la causa dentro del contexto político que rodeó a la incubación del fraude. En el 2004 se tuvieron noticias de que Sobisch se proponía ser presidente de la Nación; también en ese año y en Villa La Angostura se hizo pública una alianza política entre Sobisch y Mauricio Macri; y fue en ese mismo año que Luis Manganaro, ministro de Seguridad de la provincia, puso en marcha el Plan Integral de Seguridad, en el que se invirtieron 50 millones de dólares, cuyo principal destino fueron empresas conducidas por amigos de Macri. Quedaría por decir que la campaña de Sobisch, relacionando el gasto con la cantidad de votos que obtuvo fue, por lejos, la más cara. Y ya está todo dicho, parece. (JG)

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