A horas de que el balón comience a rodar nuevamente, algunas claves para entender la nueva realidad del fútbol argentino:

1) El negocio cambió de manos y a partir de aquí las cuentas y los números estarán mucho más a la vista de todos que durante la ya extinta sociedad entre la AFA y TyC. El Estado destinará no menos de 600 millones de pesos de la pauta oficial por temporada por la televisación pero desde ya, y aunque en el medio haya una puja política y una pelea feroz con el grupo Clarín, el gobierno K lo tomará como un negocio, no como un subsidio.

La calidad de la transmisión es el gran interrogante que comenzará a develarse hoy: dicen que Canal 7 no tiene la tecnología ni el material humano con el que cuenta TSC y que el otro gran problema es que no encuentra los periodista que timoneen este nuevo gran barco, ya que la mayoría de los tentados prefieren continuar en TyC Sports. Julio Grondona quiso a Marcelo Araujo y el relator confirmó que estará y que tendrá como comentarista a Julio Ricardo.

2) La idea de los nuevos socios es a futuro (no muy lejano) comercializar con los demás canales de aire los derechos de tevé. Según aseguran desde el Departamento de Fútbol que ya creó Canal 7, lo novedoso sería que los canales adquieran la transmisión de equipos determinados; por ejemplo, dicen que Daniel Hadad (C5N) desea los cotejos de River.

3) ¿Entenderán los clubes (la AFA) que deben ser ellos quienes controlen un negocio por demás dinámico, como nunca lo hicieron anteriormente, a pesar de que estaba bien explicitado en la séptima cláusula del malogrado contrato? Es cierto que les ingresará un nuevo dinero que hasta hace unos meses no existía, también que algunas instituciones tendrán que afrontar deudas descomunales: sólo en AFIP el rojo es de 300 millones. Desde ya el cambio no servirá si las instituciones siguen profundizando el sistema de corrupción y de controles inocuos que produjo y reprodujo la AFA en manos de Grondona.

4) Aunque los dirigentes lo niegan, el fútbol asistió impávido y se benefició de la anterior crisis económica. En los períodos 2001-2002, cuando la Argentina se volvió fuego, piquetes y cacerolazos, los clubes tuvieron una oportunidad inmejorable de crecer porque con la caída de la convertibilidad el beneficio fue pagar las deudas en pesos y recibir dólares y euros por las transferencias al exterior. Todos debían en pesos y recaudaban (menos con la tevé) en monedas más fuertes. Hoy la situación es diametralmente diferente: no hay ventas y si hay no se pagan como antes. El caso de River es elocuente: vendió a Radamel Falcao, el mejor jugador de los últimos años, en apenas 5 millones de euros. El club millonario, aquejado por todos los problemas habidos y por haber, depende de viejos jugadores (Gallardo, Ortega) y suma otros aún más veteranos y sin ritmo desde hace cuatro años como Almeyda que, igual que el Muñeco, cobrará por productividad. Esta es un a nueva lógica, la de pagar por el trabajo bien realizado.

5) Indefectiblemente, el gobierno será socio de la AFA no sólo en el negocio de la tevé gratuita. También deberá ser celoso, como nunca antes, de evitar las malas administraciones en los clubes y cuidar que en los estadios no haya violencia y muerte. Habrá que ver cómo se reinventan los barras, porque sería demasiado ingenuo pensar que desaparecerán. La primera gran prueba será Chacarita-Tigre, un choque de alto riesgo.

6) En lo futbolístico, los candidatos son tres equipos denominados "chicos", como Estudiantes, Vélez y Lanús, y un Boca que se reforzó bárbaro y que será difícil de vencer si consigue mantener el "11 de arranque" con el que siempre sueña el Coco Basile.

SEBASTIáN BUSADER
sbusader@rionegro.com.ar